San Fernando - Cadiz

La crisis también golpea los centros comerciales: "Me han pillado tres: la inmobiliaria, la financiera y la del consumo"

@E. Sanz - 17/02/2010 06:00h

Viviendas, oficinas, naves industriales, centros comerciales. Todos estos sectores han sufrido, de una u otra manera y con mayor o menor intensidad el estallido de la burbuja inmobiliaria y los despidos que ésta ha dejado tras de sí.

El de los centros comerciales se ha resentido, no sólo por la crisis del ladrillo, sino por el parón del consumo que ha acompañado a la crisis económica, así como por la dificultad de financiación con la que se han encontrado algunos proyectos.

Según la Asociación Española de Comercios en Centros Comerciales (AECCO), la apertura de 200 nuevos centros 2010 ha quedado aplazada por la actual coyuntura económica. La reducción e incluso la paralización de dichos y otros proyectos ha provocado que muchas personas vinculadas a este sector hayan acabado sin trabajo y en las listas del paro. Otra cara más de los estragos de la crisis inmobiliaria.

Uno de los afectados por este parón en la actividad es J.A.G. “Yo trabajaba en una multinacional de centros comerciales holandesa. Con oficinas en 20 países. Era el director de Expansión en España. Mi labor era localizar la empresa, negociar los contratos, las operaciones, los seguros. Nosotros construíamos el centro comercial, lo comercializábamos y vendíamos a inversores. Ahora, algunos de esos proyectos se han paralizado. Mi puesto era de director de Expansión y si no te dan dinero como responsable de desarrollo, estás acabado". Además, recuerda, "la situación de las multinacionales es muy fría. Mientras todo va viento en popa te tratan muy bien, pero cuando las cosas se tuercen sólo eres un número".

J.A.G. se lamenta, “en mi caso, me han pillado tres crisis de golpe: la inmobiliaria, la financiera y la crisis del consumo”. Este directivo madrileño recuerda cómo en diciembre de 2008 se producía la primera criba. “La mitad de la plantilla se fue a la calle y en abril-mayo del año siguiente me tocó el turno a mí. Vas viendo cómo se van yendo a la calle tus compañeros. Por lo que te vas preparando a la espera de que te toque a ti".

"El cambio fue muy duro. Antes de ir al paro tenía un volumen de actividad tremenda y de pronto no tenía nada que hacer. Aunque reconozco que es más un tema psicológico que económico. Uno de los peores momentos de mi vida han sido tener que echar a gente a la calle y apuntarme al paro. Además, la situación es bastante complicada. Antes iba con la tarjeta de visita y eso me abría muchas puertas. Hoy, las multinacionales no están bien vistas, su imagen ha quedado muy tocada".

¿Cuál fue el siguiente paso? "En mi sector se crearon mesas de trabajo formadas por profesionales de diferentes multinacionales, eran encuentros muy enriquecedores. Había directores financieros, de recursos humanos, gente con un perfil más técnico. Algunos de ellos llevaban más de un año en el paro. Me introduje en estas mesas. Iba una vez por semana. Allí pensábamos sobre el sector, no desconectábamos de él. También compartíamos penas. En mi caso, estos encuentros me vinieron muy bien porque tuve acceso a puntos de vista financieros, que en aquél momento no era lo mío".

"Posteriormente, a un grupo de personas mucho más reducido de esas mesas de trabajo, tres, cuatro personas, se nos ocurrió estudiar los proyectos que se habían dejado inacabados por culpa de la crisis. Algunos merecían mucho la pena y se podían sacar hacia adelante. Entonces decidimos montar una Sociedad Limitada, con marca comercial y a partir de ahí nos dirigimos a varios de esos proyectos y les ofrecimos nuestros servicios. De momento tenemos dos en marcha y es posible que salgan adelante otros seis. Lo que más me ha impresionado en estos meses ha sido una sensibilidad social que hasta ahora no conocía hacia la desgracia a que te quedes si trabajo. Las personas a las que nos dirigimos, algunos de las cuales mi empresa había dejado tiradas meses antes, no dudaron en escuchar nuestras ideas".

¿Y ahora? "Es una situación muy nueva para mí. He tenido que enfrentarme a un nuevo modelo de empresa en la que tienes muchos costes y los gastos tienen que ser mínimos. Hay que pelear cada proyecto. En mi caso, como los otros dos socios socios, tengo un tipo de contrato con un fijjo mensual, a parte todos los gastos. En total trabajamos 6-7 personas. Los que no son socios van a riesgo total: si salen los proyectos cobrarán, si no, no".

"El día a día es difíl. Tengo días más animados y otros perores. Antes estaba muy protegido bajo el paraguas de una multinacional. Ahora cada día aprendo a ser empresario y a trabajar con los mínimos recursos. En septiembre haré un MBA. Soy licenciado en exacatas y en 15 años de experiencia profesional ha cambiado todo. Renovarse o morir".

https://ww.cotizalia.com/vivienda/crisis-agentes-inmobiliarios-20100217.html