¿acaso sois jueces? Ya metidos en harina, los dejo un relato de "Cuentos espirituales del Himalaya". Se titula: ¿ACASO SOIS JUECES? Eran unos cuantos discípulos que llevaban muchos años con su maestro. Tenían la lengua demasiado ligera y a veces la utilizaban como un estilete, juzgaban alegremente a unos y otros, criticaban adversamente y censuraban, habiéndo hecho de todo ello su diversión favorita. Incluso llegaron a criticar al maestro. Como éste sabía que todos eran dados a la censura fácil, intuyó que él no era una excepción. Cierto día los llamó y les dijo: - ¿Acaso sois jueces? ¿Habeís estudiado leyes que tan bien ejercéis la profesión de jueces? Los discípulos enrojecieron hasta las orejas. No sabían qué explicar. -Os he enseñado muchas cosas, pero os voy a enseñar hoy otras cuantas, queridos jueces. ¿Sabéis una cosa? Al criticar a los demás, os estaís criticando a vosotros mismos. Si destacáis lo peor de los otros, es que sólo veis lo peor en vosotros mismos. En vuestra mirada hay fealdad porque vuestra mente y vuestro corazón son feos. Si después de tanto tiempo no habéis mejorado, es que no merecéis ser mis discípulos ni yo merezco teneros como tales. Y el maestro se retiró a una cueva del Himalaya. Al mirar lo peor en los otros, no hacemos otra cosa que ver en los demás lo peor que habita en nosotros mismos. Al criticar, te criticas; al hablar mal de los otros, es como si estuvieras hablando mal de tí mismo. Hay un excelente terapia para la mente y el corazón: tratar de ver lo mejor en los demás |