Puerto Serrano - Cadiz

En los últimos días, he leído, y visto en la televisión un problema, que aunque aquí no nos atañe, si a nuestros compatriotas de otras zonas, que son las bandas dominicanas de jóvenes, que campan por la grandes ciudades españolas sembrando la delincuencia y la violencia. Este problema, proveniente de sus países y de los suburbios de Estados Unidos, era desconocido aquí hasta la venida masiva de sudamericanos, los cuales, aunque declarados enemigos del imperio yanki, en el fondo son los imitadores más fieles de lo más residual de ellos. La falta de libertad, de garantías procesales y de las “dictaduras encubiertas” que existen en sus países, les entorpecía en gran medida la creación de estas mafias oscuras que no traen nada enriquecedor a quien las integran, pero por el contrario, la falta de una justicia justa, de un orden en la convivencia, y en definitiva el sin Dios en el que nos han metido las cesiones a los delincuentes, restándolos a las víctimas, ha creado un caldo de cultivo para estos grupos, cáncer de una sociedad sana y una juventud basada en la convivencia normal de los ciudadanos.

La responsabilidad de que estas situaciones no se prolonguen en el tiempo, haciéndose bases en los grupos de inmigrantes sudamericanos, las tiene en todo momento la policía y los jueces. Pero, y aquí está el problema, estos colectivos trabajan con la Ley que se elabora en el Parlamento por nuestros representantes. Estos con el sopor propio de la comodidad de sus butacas y de sus nóminas, y alejados de una realidad concreta, viviendo en su pequeña burbuja, parecen desconocer el verdadero problema. Creo desde mi punto de vista, que legislar debe de hacerse desde la valentía, no con la cobardía del temor a perder elecciones. Se debe de legislar basándose en la justa proporcionalidad, pero teniendo en cuenta en todo momento, que esa proporcionalidad no cree una impunidad oculta, la cual pueda ser empleada por el delincuente en contra de la víctima. Ejemplo de esta proporcionalidad-impunidad, la podemos encontrar en la Ley del Menor. A galeras, no vamos a llevar a los menores, pero todos conocemos o hemos oído o leído el truquito de que el menor, amparado por un mayor de edad cometa el delito, para así el delito quedar en cierta medida impune, cosa que hacen estas bandas a las que me refiero.

No podemos ahora escudarnos en el tema de la educación, pues educación y legislación son temas diferentes. El educar a nuestros jóvenes para que en un futuro no ocurran situaciones como las que narro, es una medida a largo plazo, a muy largo plazo, pero las medidas hay que tomarlas ahora, y la forma es legislando de una manera responsable y con el objetivo de castigar los delitos como tal, como delitos, no tratar de quitar hierro al asuntos con políticas de reinserción, abocadas la mayoría de las veces al fracaso más rotundo. Para que nuestra sociedad sea próspera culta y rica en valores morales y éticos, debemos de hacernos fuerte en la observancia de la normas de convivencia más básicas, para ello, se deben de crear instrumentos efectivos a tal fin, teniendo en cuenta siempre el respeto y vigilancia de los derechos más fundamentales del ser humano. Por lo tanto, creo que deberíamos pedir a nuestros gobernantes, unas acciones responsables para erradicar el problema de inseguridad que vivimos, que por otra parte seguramente ellos no la sufren, y así es más difícil el atajar el problema, pues desconociéndolo de primera mano...

Toleta, poligono, fresas, via verde,ummmmm.

Se sostendrá este proyecto por si solo alguna vez para que devuelva a la comarca en forma de riqueza y empleo, todo lo que se le da a la via verde? Es es mi pregunta.