Puerto Serrano - Cadiz

Qué calentitas están las cosas por estos pueblos de nuestra España profunda. Nosotros aquí quejándonos de que si el Ayuntamiento tiene deudas, de que si no paga las nóminas atrasadas ni a los proveedores y...

Un vecino amenaza de muerte con una pistola al teniente de alcalde de un pueblo de Orense
La víctima consiguió escapar cuando el agresor le obligó a ir al coche para salir de Maside.- El suceso tiene su origen, según los primeros datos, en unos recibos municipales atrasados

AGENCIAS - Orense - 19/09/2008

Un vecino del municipio orensano de Maside ha amenazado de muerte al teniente alcalde de la localidad, Ángel Botana Mosquera, tras llamar a su puerta esta pasada madrugada y ponerle una pistola en la cabeza, con la intención de llevarlo en coche fuera del pueblo. Cuando se dirigían hacia el vehículo, la víctima ha podido huir. El suceso tiene su origen, según los primeros datos, en unos recibos municipales atrasados.

El alcalde Celso Fernández, amigo y compañero de corporación de la presunta víctima, ha confirmado que, según Botana, un vecino llamó a su puerta de madrugada, le exigió a hablar con él y, al abrirle, le apuntó con una pistola calibre 6,35 a la cabeza y al corazón de forma alternativa.

El testimonio de la presunta víctima recogida por el alcalde señala que el agresor dijo a Botana que cogiese las llaves de su coche porque quería llevarlo fuera del pueblo "para pegarle dos tiros". Botana inició el trayecto hasta su vehículo, aparcado cerca de su casa, y en el momento en que el agresor quedó al otro lado inició la huida.

Según Fernández, algún vecino se cruzó con él y ambos hicieron frente al agresor que guardó la pistola en la parte trasera del pantalón "y en ese momento aprovecharon para inmovilizarle y desarmarle aunque volvió a amenazar diciéndole al teniente de alcalde que no acabará esta legislatura".

El presunto agresor se encuentra en dependencias policiales a la espera de ser trasladado mañana al juzgado de O Carballiño, donde se iniciaron las diligencias, según varias fuentes cercanas.

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Anda que si el pistolero ese viviera en Puerto Serrano... ¡BUFFFF!

El año pasado un individuo amenazó a la consejala Rosa con un cuchillo dentro del ayuntamiento.

Según el agresor necesitaba trabajo, no sé que pasó pero este hombre consiguió trabajo, le ví con la sopladora por las calles.

Otro señor creo que agredió al señor alcalde porque éste no daba trabajo a su nieto, no sé si le dieron el trabajo.

Y yo cuando buscaba trabajo entregando curriculum.

Es bastante frecuente en este bendito pueblo que, quien quiera conseguir trabajo, dinero o cualquier otro dispendio por parte de las autoridades locales, insulte o directamente agreda al alcalde.
La calidad del trabajo o cantidad del dinero recibidos es, en algunos casos, directamente proporcional al número y tono de improperios recibidos por Pedro en menoscabo de su dignidad o la de su familia.
En otros pueblos, y en las grandes ciudades ya ni os cuento, hablar directamente con el alcalde es tarea harto difícil. El ciudadano tiene que sortear diversas trabas burocráticas y reticencias de funcionarios, secretarias y concejales, que se colocan en el camino del reclamante para impedir que se moleste al jefe.
En Puerto Serrano, sin embargo, se lleva más un estilo caciquil de intercambio de votos por favores personales. Es frecuente que el todopoderoso conceda prebendas personalizadas a determinados vecinos saltándose pruebas de selección y trámites legales de todo tipo, e incluso creando puestos de trabajo ad hoc exclusivamente diseñados para el demandante.
¿A qué lleva todo esto? Pues a que determinadas personas de corta o nula competencia social acaben por creer que tienen derechos infinitos y facultades plenipotenciarias para exigir del alcalde cualquier cosa que necesiten.
Pero, claro, de esto no tienen la culpa estos últimos, sino un alcalde que ha acostumbrado a los bolicheros a un sistema de favores personalizados según las circunstancias y características del demandante. Conducta aprendida, que dirían los psicólogos.
Hasta qué punto llegará la cuestión, que ha habido momentos memorables en la historia de la Corporación de gobierno en los que se ha rozado el surrealismo, cuando un vecino ha ido a pedirle dinero al alcalde para pagar la luz, la bombona de butano o unas tejas para arreglar el tejado de su casa.
Como diría el Quijote: "Cosas veréis que no entenderéis, hermano Sancho".

Es cierto. Estamos muy acostumbrados a llegar al Ayuntamiento dando voces y queriendo que nos escuchen.

El sistema implantado en otros, la mayoría de los lugares, creo que es el adecuado.

Hay que pedir cita para hablar con el alcalde y, además, hay un par de policías localaes en la puerta del ayuntamiento (claro que esto complicaría la vida en el pueblo a los agentes de la autoridad...que tendrían que trabajar más).