Jerez de la Frontera - Cadiz

La mayor empresa pública del 'holding' del Ayuntamiento, en suspensión de pagos

Las Aguas bajan turbias

El Plan de Viabilidad de Ajemsa alerta de que el Consistorio hace uso "cada vez más cuantioso" de sus recursos y le culpa de una deuda "desorbitada" que "empeora mes a mes". El coste de la basura crece un 162% en diez años sin apenas revisar las tarifas

Francisco Sánchez Múgica / Jerez | Actualizado 12.12.2010 - 01:00

Hace una década Ajemsa, la empresa municipal que gestiona el ciclo integral del agua y la recogida y tratamiento de basura, aparecía entre las cuatro primeras sociedades medioambientales públicas de Andalucía. No había dejado de crecer de manera modélica y de autofinanciarse desde su constitución en 1983, en los albores del boom de la creación de empresas públicas. Endiabladas máquinas, sostienen los tratadistas, para que las Administraciones huyesen del derecho administrativo. Pero, de repente, todo cambió. De la solidez se pasó a la debilidad financiera, la falta de rentabilidad, la progresiva descapitalización y, en estos momentos, a la suspensión de pagos técnica debido al fuerte desequilibrio patrimonial, presupuestario y financiero. La deuda actual de la empresa a corto y largo plazo ascendía en 2009 a 105,3 millones de euros, aunque aumenta "a cada mes que pasa". Unos 'números rojos' que han crecido un 33% en el último lustro, coincidiendo con la entrada del PSOE en el gobierno municipal, primero bajo pacto con el PSA y luego en mayoría absoluta desde 2007. En el pasado ejercicio se frenó ligeramente la caída en las pérdidas, algo que no impidió que se sumasen otros 4,7 millones en negativo en la cuenta de resultados.

Según detalla el Plan de Viabilidad elaborado por la propia empresa hace unos seis meses para tratar de escapar de la quiebra, la explicación a esta comprometida situación es compleja aunque puede resumirse de manera sencilla: el Ayuntamiento expolió a la sociedad en dos vertientes. Primero, resume el documento al que ha tenido acceso Diario de Jerez, la trató como una sociedad privada que explotaba recursos públicos, por lo que decidió coserla a concesiones con el correspondiente pago de cánones anuales. Segundo, coincidiendo con la asfixia creciente de las arcas municipales, la utilizó como instrumento para nutrir de recursos de manera regular a su accionista único: el propio Ayuntamiento.

Dos ejemplos: si Ajemsa todavía mantiene entre sus deudas unos 300.000 euros que se destinaron a financiar la sociedad municipal Xerez 21, creada para gestionar un parque temático que nunca llegó a construirse; otro de los 'saqueos' más recientes del Ayuntamiento a su empresa de aguas tuvo lugar en 2007, cuando se solicitó un crédito para inversiones plurianuales de abastecimiento y saneamiento de 6 millones de euros y "el mismo día de su formalización el Consistorio dispuso de 5,4 millones". Nunca más se supo de dichas inversiones previstas y, como denunció la oposición de forma airada en su momento, es seguro que todo fue al final para pagar gasto corriente.

Ajemsa ha sido en esta última década el pozo del que unos y otros han sacado petróleo hasta agotar casi definitivamente el yacimiento ante tanta sobrexplotación. Ahora, el Plan de Viabilidad elaborado por la propia empresa ofrece medidas y alternativas en un escenario a 4-5 años vista para recuperar la capacidad financiera de la empresa local y afrontar los costes operativos de los servicios encomendados a Aguas de Jerez.

A las sobrecargas asumidas y absorbidas a trancas y barrancas por la empresa municipal, se suma otro factor decisivo en el proceso de degradación de empresa sólida patrimonialmente y estable financieramente a entidad en causa de disolución: la diferencia entre el coste real de los servicios que presta y lo que los contribuyentes pagan por ellos. Especialmente sangrante -y decisivo- es el ingente gasto en la recogida de residuos sólidos urbanos, el gran mal de las cuentas de Ajemsa. En total, el Ayuntamiento, a través de esta empresa, destinó el pasado año hasta 18,8 millones de euros para sufragar un servicio que presta desde 1995, cuando además tuvo que pagar un canon al Consistorio de 5,23 millones de euros.

Dice el Plan: "El servicio de residuos urbanos es, con mucho, el más desequilibrante y principal causante del déficit económico, el cual ha venido degradando la cuenta de resultados de la empresa de forma exponencial desde 2002". Mientras los ingresos (tarifarios y no tarifarios) en la última década se incrementaron una media del 10,41%, los gastos operativos crecieron en una media del 14,76%, "abriéndose una brecha generadora de déficit cada vez mayor". En el último año, Urbaser (63%) y Las Calandrias (21%), la planta de reciclaje y compostaje que explota la UTE Sufi-Verinsur, produjeron el 84% de los costes totales, "por lo que hay poco margen de maniobra para actuar sobre los gastos si no se puede actuar frente a estos operadores", expone el documento de viabilidad. El aumento del coste de la recogida de basura ha hecho que Urbaser haya incrementado su facturación en la última década en un 162,5% -de 4,08 millones de euros al año en 2000 a los 10,7 millones del pasado ejercicio-, mientras que el tratamiento representado por Las Calandrias ha supuesto un aumento de un 168,5% -de 1,20 millones en 2000 a 3,22 millones el pasado año-.

Para cubrir los gastos de esta línea de negocio deficitaria, los ingresos de Aguas de Jerez tendrían que haber sido un 44,11% superiores a los que se obtuvieron y para, además, cubrir los intereses de demora, un 64,60%. "O se resuelve el problema de la basura o no se resuelve el problema económico de Ajemsa", deja claro el Plan de Viabilidad. Y añade: "Entendemos que sería utópico que las próximas tarifas de 2011 se actualicen en el orden necesario, que con toda seguridad será superior al 40%; pero si se quiere continuar prestando el servicio tendrán que autorizarse importantes subidas de tarifas para que, al menos, en tres años se pueda conseguir el equilibrio presupuestario". También propone el Plan hacer algún tipo de intervención sobre los costes, "cuestión difícil -como reconoce el propio estudio- dada la situación de impagos y creciente presión con la que están actuando los dos más importantes operadores: Urbaser y Sufi-Verinsur". Además de la "necesaria" actualización tarifaria, compleja de gestionar por su impopularidad, el documento también propone contener los costes y limitar el esfuerzo inversor a las mínimas posibilidades. Del mismo modo, plantea optimizar los ingresos mediante la revisión de la estructura tarifaria y tipología de clientes, "con el objetivo de detectar las posibilidades de incrementar los ingresos con independencia del ajuste de tarifa". En última instancia, también se proponen un estudio de acciones para la mejora de los niveles de cobro y la posibilidad de cambio en el sistema de facturación.

Aguas de Jerez está en estos instantes en "suspensión de pagos técnica" y su desequilibrio financiero es alarmante: "El nivel de endeudamiento actual es desorbitado". "Esta cuestión es uno de los puntos críticos de la viabilidad de la empresa y más difícil de reconducir", describe el Plan de Viabilidad, que traza a continuación una síntesis demoledora: "La situación a mayo de 2010 es alarmante y empeorando mes a mes, a pasos agigantados, a medida que el Ayuntamiento está haciendo uso cada vez más cuantioso de recursos que reducen los fondos disponibles de la empresa destinados al pago de proveedores". En estos momentos, las obligaciones de pago a proveedores, incluyendo los pagos vencidos y no pagados a su vencimiento, alcanzan un montante de 54,3 millones de euros. Entre los acreedores sobresale Urbaser, con 28,1 millones de euros que supone el 57% del grueso de impagos de Ajemsa. Imes, con 10,1 millones de facturas pendientes, acumula otro 20% del global de deuda, mientras que a otros proveedores como la UTE que explota Las Calandrias se les adeudan 4,1 millones -el 8% de la deuda total-.

El endeudamiento bancario de Aguas de Jerez no reporta datos más halagüeños. La deuda financiera alcanza los 40,1 millones de euros de capital vivo. Se compone de 3,6 millones a corto y 36,5 millones a medio y largo plazo. Dos préstamos concertados con Unicaja representan el 91% del total de endeudamiento a largo plazo.

Las estrategias que señala el Plan de Viabilidad para corregir estos desequilibrios pasan, en primer lugar, por buscar la refinanciación de las deudas con proveedores al mayor plazo posible. Esto sólo es posible, puntualiza, "planteando a los principales acreedores unas previsiones de saneamiento de la empresa verosímiles que den confianza a las perspectivas futuras de la empresa y credibilidad a los compromisos de pago". Al mismo tiempo, hay que tratar de lograr, expone el documento en este apartado, financiación bancaria. Y matiza: "Cuestión difícil, pues a la delicada situación del sector financiero en España se suma el handicap de que la empresa tiene una mala calificación crediticia y riesgo elevado de insolvencia". "Habrá que intentar idear fórmulas de financiación, distintas de las tradicionales, especialmente para afrontar el capítulo de inversiones", concluye.

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