Jerez de la Frontera - Cadiz

Entre dos aguas

La plantilla de la Agencia del Agua hace balance de un año de lucha para impedir el desmantelamiento de la sede de Jerez, eje de la gestión de los recursos hídricos de la provincia desde 1092

A.Villegas/A.Espejo | Actualizado 21.06.2010 - 08:51
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Los trabajadores de la Agencia Andaluza del Agua durante una movilizaciones el pasado mes de abril. / Miguel Ángel González

Los trabajadores de la Agencia Andaluza del Agua (AAA) en Jerez han cumplido ya un año de reivindicaciones para lograr la permanencia del organismo, afincado en la ciudad desde hace más de un siglo, ya que el Estado convirtió el municipio jerezano en el centro neurálgico de la Administración de Aguas en la provincia en 1902. Juan Carlos Moreno, representante de CSIF en la junta de personal hace balance de la situación: “Las movilizaciones de los empleados de la AAA en Jerez han constituido un hito en la lucha sindical del personal funcionario a nivel andaluz, hasta ahora, circunscrita a la negociación de sus condiciones de trabajo materiales”. No en vano, Moreno recuerda que “la reivindicación del personal de la Agencia trasciende lo antes dicho, pues se extiende al ámbito relacionado con los intereses generales: defensa histórica de la gestión del agua en Jerez, cercanía al usuario, economía de costes y defensa del contenido de sus puestos de trabajo. Todo ello les otorga un plus de legitimidad que no se limita a reivindicar un nivel determinado en una escala o un complemento concreto, sino a la obtención del reconocimiento y la dignidad personal”.
Pero aunque la lucha empezó hace un año, todo empieza a cambiar cuando en 2006 se produjo la transferencia de las competencias de Aguas desde el Estado a la Junta de Andalucía (Agencia Andaluza del Agua), cuando dependían de este centro directivo más de 300 trabajadores, distribuidos en 36 centros de trabajo diferentes. Ese mismo año, el Gobierno Andaluz reconoció la trayectoria de Jerez estableciendo en la ciudad la Dirección General de la Cuenca Atlántica Andaluza, con competencias sobre los más de 8.000 kilómetros cuadrados correspondientes a las cuencas hidrográficas de Cádiz, Huelva, Sevilla y Málaga. Se incorporan entonces a la Dirección General los funcionarios de la Oficina Delegada de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir con sede en Jerez (Montealto), transferidos del Estado. Posteriormente, en 2007, se aprueba para la sede de Jerez una Relación de Puestos de Trabajo (RPT)con 119 empleos públicos para atender las competencias de la Dirección General, órgano que contrata a personal externo mediante asistencias técnicas para cubrir temporalmente las carencias de personal del nuevo centro directivo. Hasta 2008 no se concurso de traslados por el que funcionarios de la Junta llegan a este centro, alcanzándose así en julio de 2008 la cifra de 85 trabajadores. Posteriormente en enero de 2009 entran en vigor los nuevos estatutos de la AAA. En virtud del mismo desaparecen las Direcciones Generales de la Cuenca Atlántica (con sede en Jerez) y de la Cuenca Mediterránea (con sede en Málaga), creadas apenas tres años antes. Cesa el Director General de la Cuenca Atlántica (el socialista Juan Carlos Camas), que se traslada a Sevilla junto a la mayor parte de los cargos directivos. La sede de Jerez “queda descabezada y sin cometido real, trasladando nominalmente a Sevilla y a Cádiz las funciones que había tenido asignadas”, “liquidándose las expectativas de desarrollo profesional de estos empleados”.
Ante esta situación, en marzo de 2009 comienzan las movilizaciones de la plantilla. “A petición nuestra, el entonces director gerente de la Agencia, Jaime Palop, visita la sede de Jerez y se compromete a trabajar para que la ciudad se convierta en sede provincial de la AAA. Poco después, en abril y mayo, la plantilla del agua se echa a la calle para buscar la complicidad de los ciudadanos. “Se intenta con ello llamar la atención para que la ciudad se conciencie de la repercusión negativa que para la economía jerezana tendrá el plan del Gobierno andaluz de reducir estas históricas dependencias, que han sido sede provincial de la Administración de Aguas durante más de 100 años, a una simple subsede de las nuevas oficinas ubicadas en Cádiz capital y con cinco veces menos personal. De esta forma se asestaba un nuevo golpe al peso administrativo y político de Jerez, con la consiguiente pérdida de empleo y de beneficios en una ciudad azotada por el paro y la crisis económica”, explican.
Durante varias semanas, los trabajadores hacen acto de presencia en el centro de Jerez, en la Feria del Caballo y en el Estadio de Chapín, recogiendo firmas de apoyo y escenificando el ‘entierro’ de las oficinas del agua portando un féretro azul con el lema: ‘Oficinas del agua en Jerez (1902-2009). El estado las mantuvo, la Junta las quiere enterrar’. En las camisetas podía leerse: ‘La Junta no le da a Jerez ni agua’ y ‘Se perderán 119 empleos de la Agencia Andaluza del Agua en Jerez’. Se recogen así más de 4.000 firmas. Tras esta campaña, el 21 de mayo más de 200 personas recorren en manifestación las calles de Jerez desde la sede del edificio Apex a la Alameda Cristina. Junto a los trabajadores de la Agencia en Jerez, personal de la red de embalses, personal laboral del organismo, etc., acuden representantes de los sindicatos y de organizaciones agrarias. En la cabecera de la marcha figuraba la frase ‘Jerez, sede provincial de la Agencia del Agua’, en una pancarta firmada por todas las centrales sindicales (CSIF, UGT, CCOO, USTEA, SAF) y portada por los líderes locales de las centrales sindicales y por representantes de todos los grupos políticos municipales (PSOE, PP, PSA e IU).
El pleno del Ayuntamiento también se hace eco de la situación y el 28 de mayo de 2009,, con el apoyo unánime de todas las fuerzas políticas, adopta un acuerdo por el que se eleva al Gobierno Andaluz la petición de que Jerez sea la sede de la Dirección Provincial de la AAA. Ese mismo mes, “por una resolución del director gerente de la Agencia, la mayor parte de la plantilla de Jerez queda adscrita provisionalmente a la Dirección Provincial de Cádiz. Además, se produce el relevo al frente de la Agencia y Juan Paniagua, parlamentario por Málaga, es nombrado nuevo director”. Así, “incumpliendo los compromisos adquiridos, la sede de Jerez comienza a ser despojada de sus competencias. Entretanto, y en claro trato diferencial con respecto a Jerez, la plantilla y los cargos directivos de la también extinta Dirección General Cuenca Mediterránea (Málaga) permanecen adscritos a los Servicios Centrales de la AAA y mantienen sus competencias”.
El 17 de junio de 2009, a preguntas de la oposición, la consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, declara ante el Parlamento andaluz que “nada ha cambiado en Jerez, los trabajadores siguen realizando las mismas funciones y la sede sigue ubicada en el mismo lugar”. Apenas unos días después, el 30 de junio, “se producen los primeros despidos de personal externo en la sede de Jerez. También en septiembre de 2009 continúan los despidos y la deslocalización de puestos de mediante el traslado de personal externo a Sevilla y a Cádiz, y comienza el traslado masivo de expedientes administrativos a estas capitales”. Los trabajadores protagonizan entonces una sentada ante la sede del edificio Apex, y un encierro simbólico en la sede histórica de Montealto. Posteriormente, en octubre de 2009, “se confirma el trato diferencial a Málaga y Jerez ya que en un acto público Paniagua anuncia la decisión de ubicar en dicha ciudad el Observatorio Andaluz del Agua, con rango de Dirección General, para compensar a la capital de la Costa del Sol por la pérdida de la Dirección General de la Cuenca Mediterránea.
Mientras, el 2 de octubre, la empresa consultora Typsa abandona su sede en Jerez trasladando a Sevilla su personal y medios técnicos. Esta empresa internacional de ingeniería había abierto sede en Jerez en el 2007 a raíz de los encargos de trabajo realizados por la Dirección General de la Cuenca Atlántica. Se pierden así otros 13 empleos. Por estos motivos, el 9 de octubre los trabajadores de la AAA se manifiestan al paso de la Corporación Municipal en el traslado del pendón entre San Dionisio y la Catedral. Días después, la plantilla recibe el apoyo en rueda de prensa de CCOO, UGT y CSIF. Pese a ello, en noviembre, “otros cuatro empleados son despedidos en la sede de Jerez. Se alcanza así la cifra de 40 empleos perdidos, de los que once son trabajadores despedidos y el resto traslados forzosos a Sevilla y Cádiz”. En pocos días, se precipitan los acontecimientos: “El gobierno local, por boca de la delegada África Becerra, reconoce que el Gobierno andaluz aún no ha concretado cuál es su proyecto de futuro para la sede de la AAA en Jerez” y el comité provincial de PSOE-A, en respuesta a las movilizaciones y a la presión mediática, adopta por unanimidad el compromiso de mantener a Jerez como centro neurálgico para la gestión del agua en la provincia.
Tras el acuerdo, los trabajadores suspensieron sus movilizaciones a la espera del cumplimiento de los cmopromisos adquiridos por el comité provincial del PSOE y del que se hicieron eco parlamentarios socialistas en una reunión posterior con los trabajadores, en la que anunciaron la inminente aplicación de medidas par garantizar la instauración en Jerez de la dirección provincial..
Sin embargo, a finales de febvrero de esta año, la comisión de Medio Ambiente del Parlamento rechaza, con el voto en contra de los socialistas, la proposición no de Ley con la que se pretendía aclarar definitivamente el futuro de la sede jerezana.
Hay que esperar hasta el 29 de abril, cuando se produce una reunión con los sindicatos y la nueva delegada provincial de Medio Ambiente, quien reafirma la vigencia del compromiso político para mantener la sede de Jerez como centro neurálgico para la gestión del agua en la provincia. Sin embargo, la delegada admitió que no existía fecha fijada para cumplir este compromiso.
Ante los reiterados incumplimientos, la plantilla resuelve en mayo retomar las movilizaciones haciendo acto de presencia en la Feria del Caballo, repartiendo octavillas y escenificando con un nuevo lema –‘A por el agua en Jerez’– la continuidad de las reivindicaciones. Finalmente, el 18 de mayo, tras más de un año de lucha, “alcanzamos una parte importante de nuestros objetivos: los equipos humanos de gestión de las grandes infraestructuras hidráulicas de las cuencas del Guadalete y Barbate se instalan de nuevo, esta vez definitivamente, en la sede histórica de Montealto, en Jerez. Se consolida así en la ciudad una gestión que vino desempeñándose en ella durante más de un siglo y que corrió el riesgo de quedar interrumpida cuando, tras la desaparición de la Dirección General de la Cuenca Atlántica con sede en Jerez, se pretendió trasladar a Cádiz y Sevilla todas sus competencias”. A los más de cincuenta trabajadores de esta sede “este logro nos anima a continuar con nuestras movilizaciones hasta lograr el pleno retorno y la consolidación en Jerez de todas las competencias en gestión de aguas que vinieron siendo desempeñadas desde 1902”. Más aun cuando la implantación en la provincia del nuevo modelo de gestión del agua está suponiendo “el desmembramiento de los experimentados equipos técnicos procedentes de la extinta Dirección General de la Cuenca Atlántica y la implantación a marchas forzadas de un modelo de ‘tres sedes’ (las dos de Jerez, más la de Cádiz) que implica un notable alejamiento del usuario medio, una clara pérdida de eficacia y eficiencia y un coste añadido inaceptable en los tiempos de crisis que corren”.

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