La prensa zapateril se subleva y pide EDITORIAL: 'El Gobierno precisa pactar con el PP' Las autonómicas complicarán al PSOE la aprobación de las reformas Corbacho cree que la reforma laboral estará lista en tres meses Rajoy dice que Zapatero "está escondido" y le pide que comparezca en el Parlamento La relativa proximidad de las elecciones catalanas –nueve meses– y el sesgo dado a IU por Cayo Lara apenas dejan margen de maniobra a José Luis Rodríguez Zapatero para algo diferente de un pacto con el PP que saque adelante los cambios económicos necesarios. Salvo un acuerdo cercano a la unanimidad en el que todos salgan en la foto, los partidos catalanes, formen o no parte del tripartito, difícilmente secundarán al Gobierno. Puede incluso pensarse que el acuerdo del Gobierno con el PP resulta inevitable, aunque quede lejos de lo que ambas partes desearían hacer. Pero la gravedad del momento no admite prórrogas ni entregarse a cálculos electoralistas: cada día que pasa sin tomar decisiones empeora la economía y crece la desconfianza. Desde luego, no falta razón a quienes piensan, incluidos los populares, que el Gobierno ha transitado con demasiada frecuencia entre la improvisación y la incongruencia, pero el recurso a la crítica debe evitar que el país proyecte una imagen de fractura irreparable. De no hacerlo, la superación de la crisis puede quedar bloqueada
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