Cádiz - Cadiz

El aborto fue, es y seguirá siendo uno de los temas más controvertidos en nuestra época contemporanea.


En 1973, en Estados Unidos, tuvo lugar el caso “Roe vs. Wade”, el antecedente jurisprudencial más importante sobre la “legalización del aborto”.


A partir de allí, se desencadenó un movimiento legislativo global, que tenía y tiene como fin liberar la normativa que impide la práctica inducida o voluntaria de abortos.

Los humanos de esto foro
no son como los demás
pues visten sábana blanca
arrastran gruesas cadenas
y están sin identificar

Puede afirmarse, que el más grande enemigo público del aborto es la Iglesia Católica.



Pero analicemos el tema desde un punto de vista racional: ¿Cuáles son sus verdaderas intenciones? Hace 148 años, Charles Darwin, publicó su libro “El origen de las especies”, el cual fue rotundamente criticado por la susodicha por contradecir al origen divino plasmado en la biblia.



Estos “creacionistas”, decían que era dogmaticamente imposible que el hombre descienda del mono, puesto que el primogénito invento del Señor fue Adán, y de él descendemos todos nosotros, la raza humana.


Ahora, si bien a priori tomaban los diez mandamientos, y de éstos que la vida era otorgada por Dios en su condición de todopoderoso y que por él, sólo por él, podía ser arrebatada; en la actualidad se valen de los mismos argumentos científicos que antaño habían criticado para acusar a los proabortistas de asesinos, empuñando, orgullosamente, el arma de la ciencia.


Cabe preguntarse entonces, ¿Pretenden, realmente, defender la vida por ser uno de los máximos valores o, simplemente, pretenden mantener su statu quo como potencia política y seguir influyendo las relaciones sociales en todo el mundo?

¿Hasta cuándo tendremos que soportar que, utilizando su más poderosa arma de control sobre los creyentes, el pecado, entrometan su nariz en cuestiones que trascienden su ámbito?

¿Por qué la redención debe extenderse a todos y no sólo a sus seguidores