Barbate - Cadiz

Los corruptos de la trama Gürtel celebraban fiestas con prostitutas

Ja,Ja, esa es la clase de personas que necesita el país para salir adelante. Seguro que es un nuevo montaje del psoe, que cara más dura. Así son estos fachas.

Que bien, yo cuando sea mayor quiero ser como el bigotes un macho y no un socialista marica.

Hay se ve tu intolerancia. Como se nota..... Que bien llevarían el país.!

No es que te gustaría ser como el bigotes, es que eres como el bigotes: ¡UN BOCAZAS¡ la realidad es que los dos os masturbáis para adentro jajaja.

Enrique Ortiz, imputado en el caso Brugal por la gestión de las basuras de Orihuela y cuya empresa aparece como supuesta financiadora del PP en el caso Gürtel, facilitó a Luna una de sus subcontratas para que realizase una parte de la reforma de su vivienda en Alicante. Según fuentes de la subcontrata, la factura de la mano de obra, que ascendía a 698.600 pesetas y los materiales correspondientes, que pudieron suponer una cantidad similar o algo mayor, los cargaron a la cuenta de otras obras que estaban realizando en paralelo para el grupo Enrique Ortiz e Hijos.


Angel Luna ha reconocido a EL MUNDO que esta empresa actuó «como intermediario» y dice: «No sé si Ortiz pudo haber adelantado el abono de la factura y yo luego se lo pagué, porque de eso hace 12 años, pero yo pagué todos y cada uno de los trabajos que se hicieron en mi vivienda; no le debo nada a Ortiz». «A lo mejor lo adelantó, no me acuerdo, pero es posible», añade.


Según ha confirmado tanto la empresa de albañilería como el propio dirigente, hundieron un tabique en el interior del domicilio, que es fruto de la unión de tres viviendas contiguas en la urbanización Las Chicharras de Alicante, y realizaron la adecuación de arreglos menores como rozas para los tubos de la luz o el chapado de un baño. Este trabajo mantuvo ocupados a tres o cuatro albañiles entre noviembre y febrero.


La empresa del constructor Enrique Ortiz, a preguntas de este periódico, ha eludido pronunciarse sobre estos hechos, que ni confirma ni desmiente.


El domicilio era propiedad del suegro de Luna que, tras fallecer poco antes de las obras, pasó a ser ocupado por su hija y el actual político. Según la referencia catastral tiene una superficie de 310 metros cuadrados. De la reforma en cuestión no existen facturas -ha prescrito fiscalmente-, sino tan sólo un borrador, al que ha tenido acceso este diario, que la subcontrata envió a Enrique Ortiz e hijos para que realizasen el posterior recibo oficial. En ella, fechada el 20 de febrero de 1998, figura el nombre de Ángel Luna y la ubicación de la vivienda en La Chicharra, junto al desglose poco detallado de la intervención, que ascendía a una cantidad de 698.600 pesetas (4.199 euros), de la que figura que se habían pagado 300.000 (1.803 euros) a cuenta.


Según fuentes de la subcontrata, Enrique Ortiz también podría haberse hecho cargo de otros gastos como electricistas, fontaneros, etcétera. El propio Luna niega este extremo y asegura que el resto de empresas que participaron en la reforma procedía de antiguos compañeros suyos en el PSOE, cuando era alcalde de la ciudad. «El parqué de la casa, lo más costoso, lo puso la empresa de Conrado Hernández (ex concejal de Fiestas) y los tres aparatos de aire acondicionado, la firma del marido de otra concejal, María Dolores Marco; una estantería de madera me la hizo una empresa de Monóvar», según el portavoz socialista, quien replica que los materiales necesarios para la obra los adquirió en la firma Gibeller de Alicante.


«Hace 12 años de todo esto, y por lo tanto no sé si conservo alguna factura, pero sí recuerdo quién me hizo la reforma, cada trabajo, y que los pagué todos, hasta la última peseta».


Ángel Luna fue alcalde de Alicante entre 1991 y 1995. Tras pasar dos años sin trabajar con empresas que habían estado ligadas al Ayuntamiento, para respetar las incompatibilidades de su anterior cargo, se incorporó al despacho de abogados Pérez Segura y Asociados, que entre sus clientes tenía al grupo Enrique Ortiz e Hijos, para quien realizaba trabajos de asesoramiento. Fue en ese momento, en el que Luna mantenía una relación privada indirecta con Ortiz, cuando se realizaron las obras. Un año después, en 1999, Luna pasó a trabajar directamente para el constructor alicantino. Tanto Luna como fuentes empresariales aseguran que el ahora diputado socialista no tenía intención de volver a la vida política, y que de hecho así lo aseguró a la firma alicantina en el momento de su entrada en la plantilla.


En el año 2002, el actual número dos del PSOE valenciano dejó Ortiz e Hijos por iniciativa propia («no me gustaba lo que veía», señala) y se marchó de vacaciones con su familia. Tras publicarse la noticia en la prensa, recibió varias ofertas, entre ellas una de Hansa Urbana, otra firma del sector ligada entonces a Caja Mediterráneo y a un promotor local, donde se incorporó. Hansa urbanizó la zona del campo de golf de Alicante, en la última expansión de la ciudad. En 2005, Luna regresaría de nuevo al despacho de Pérez Segura, gabinete que ultimó el proyecto de Ortiz para urbanizar el macro plan urbanístico de Rabasa a través de su empresa Viviendas del Mediterráneo.


Finalmente, en el año 2007 el entonces secretario del PSPV- PSOE, Joan Ignasi Pla, le animó para volver a la política activa. Accedió como diputado a las Cortes Valencianas en las elecciones autonómicas de mayo de ese año y se convirtió en portavoz socialista, cargo que mantiene en el grupo parlamentario. Curiosamente, Pla dimitió como líder del socialismo regional tras destaparse que un constructor pagó la reforma de parte de su vivienda.


Luna ha sido uno de los principales azotes del presidente valenciano Francisco Camps en el caso Gürtel y de los implicados en el caso Brugal. Además, fue uno de los firmantes de la querella socialista por Gürtel, en la que se incluye a Enrique Ortiz, y ha protagonizado airados debates en las Cortes con Camps durante los dos últimos años por los casos de supuesta corrupción que afectan al PP y al Gobierno popular en la Generalitat.