Presión brutal sobre los dirigentes sindicales La movilización del 19 de julio y las luchas de este curso político han colocado una presión brutal sobre las espaldas de los dirigentes sindicales, especialmente sobre los de CCOO y UGT. Venimos de años de una política sindical basada en la paz social, en la desmovilización y en constantes cesiones y claudicaciones. Pero esa estrategia no tiene nada que ver con el ambiente real que se vive en las fábricas y empresas, en los hogares de las familias trabajadoras golpeadas duramente por el desempleo. Desde la convocatoria de la huelga general del 29 de septiembre de 2010, las direcciones de los grandes sindicatos de clase se han colocado a rebufo del movimiento, y todas las acciones que han organizado han sido impulsadas desde abajo. Su posición como “hombres de Estado” y “agentes sociales”, términos con los que les lisonjeaban la burguesía y la patronal para mantenerlos en las fronteras del pacto social, se ha venido completamente abajo. Sobran las medias tintas ¡Huelga general ya, y esta vez de 48h! |