Algeciras - Cadiz

Andalucía

La dimisión de Pizarro evidencia la guerra abierta entre Chaves y Griñán

Los socialistas andaluces se enfrentan a su mayor crisis interna en años.

La crisis dispara los rumores de un posible adelanto electoral a otoño

j. morillo / sevilla

Día 05/04/2011 - 08.13h

La crisis se ha convertido en el hábitat natural del PSOE-A en esta legislatura, que ha conocido ya cinco cambios de Gobierno y un congreso extraordinario. La última crisis se produjo ayer con la dimisión del consejero de Gobernación y Justicia, Luis Pizarro, víctima del enfrentamiento cada vez menos soterrado entre el presidente andaluz, José Antonio Griñán, y el vicepresidente tercero, Manuel Chaves. Y es que a dos años vista, la sucesión de Chaves queda muy lejos de ser tan modélica como proclamaron sus protagonistas. De hecho, el PSOE-A se enfrenta a una crisis casi sin precedetnes... y con el PP de Arenas cómodamente situado con diez puntos de ventaja en las encuestas.

La versión oficial de la Junta afirma que el consejero presentó su dimisión —continuará como parlamentario andaluz— tras conocer ayer que el Consejo de Gobierno cesará hoy a Gabriel Almagro, delegado de la Junta en Cádiz, feudo de Pizarro. Aunque fuentes del Gobierno andaluz reconocieron que la renuncia se debe a «cuestiones internas» de partido.

Más allá de estas declaraciones, tanto Griñán como el PSOE trataron ayer de revestir de normalidad la dimisión. De entrada, el presidente eludió pronunciarse tras la reunión que mantuvo en la sede regional del PSOE-A, a cuyas puertas lo esperaron durante horas los periodistas.

La secretaria de Organización, Susana Díaz, se limitó a mostrar el apoyo de la Ejecutiva a Griñán y negó que la salida de Pizarro suponga una remodelación de Gobierno, sino solo la «sustitución de un consejero por otro». Sin embargo, las palabras Díaz no evitaron que tanto la dirección del PSOE de Cádiz como la de Almería emitieran sendos comunicados de apoyo a Pizarro. Y es que las claves de la dimisión del hombre que controló durante los 19 años de gobierno de Chaves el aparato socialista hay que buscarlas en la pugna entre este y Griñán por el control del partido.

Ambos sectores habían acordado enterrar el hacha de guerra hasta después de las elecciones municipales, aunque el anuncio realizado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre que no repetiría como candidato ha reabierto el enfrentamiento en un momento en el que la crisis ha hecho que se incrementan los rumores de un adelanto a otoño de los comicios andaluces.

Las tensiones entre Chaves y Griñán comenzaron cuando el segundo forzó en 2009 un congreso extraordinario para ser nombrado secretario general del PSOE-A. El presidente impulsó una renovación interna donde laminó a la «vieja guardia» en la que se había apoyado Chaves, entre ellos, Pizarro, quien fue apeado como número dos en favor de Rafael Velasco, quien dimitió después por el escándalo de las subvenciones de la Junta que recibió la empresa de su mujer. Al menos, Pizarro se mantuvo como consejero en el nuevo gabinete de Griñán, donde apeó a otros muy identificados con Chaves. Así, el presidente se hacía un gabinete a su medida e intentaba controlar el partido.

Pero el congreso se cerró en falso, ya que la dirección de Cádiz se quedó fuera de la Ejecutiva regional. Griñán trató de incluirla ofreciéndole la secretaría de Política Institucional al secretario gaditano, Francisco González Cabaña, también presidente de la Diputación. Ante la imposibilidad de compatibilizar el cargo con la Presidencia de la Diputación, González Cabaña renunció. Desde entonces, la relación entre la dirección gaditana, muy afín a Chaves, y la regional ha estado marcada por las tensiones.

El último desencuentro se produjo por la lista de Jerez para las próximas municipales. González Cabaña trató de apartar a la candidata de la dirección regional, la alcaldesa Pilar Sánchez, para poner en su lugar al urbanista Manuel González Fustegueras.

La candidatura de Jerez

De esta forma, González Cabaña pretendía garantizarse un pacto postelectoral con el partido de Pedro Pacheco para seguir al frente de la Diputación de Cádiz, ya que Pilar Sánchez afirma que nunca pactará con el ex alcalde jerezano. Así, Chaves, González Cabaña y Pizarro organizaron un almuerzo con Fustegueras para ofrecerle la candidatura de Jerez. El propio Griñán tuvo que salir a desmontar la operación, que a la postre se ha cobrado como víctima a Pizarro.

Griñán afronta su quinta crisis de gobierno a un año de las elecciones andaluzas. Además, la marcha de Pizarro muestra evidentes carencias en el control que el secretario general ejerce sobre el partido en agrupaciones tan significativas como la de Cádiz, donde, no conviene olvidarlo, concurre como cabeza de lista al Congreso el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba.

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Mis Albacete de Cospedal cobrando tres sueldos multimillonarios, y la Sorayita que le gustan las buenas "trancas", hija del militar nazi Saenz de Santamaría dando lecciones de democracia. El señor X consejero de estado, el ex sindicalista Chavez que no sabe hacer la o con un canuto, ministro. El señorito Arenas, mas vago que la chaqueta de un guardia, candidato a presidir Andalucía. Y la jefatura del estado, igual que en el magreb, transmisible por herencia, discriminando a las hijas mayores en favor del heredero varón.

Que dios nos coja confesados... pero que se vaya de una pu7a vez de nuestro IRPF.