Zorita - Caceres

Dado que desde mi más tierna infancia siempre fui más proclive al estudio de la gramática PARDA que al de la gramática propiamente dicha, por experiencia personal se que la excesiva afición a la tauromaquia escolar (hacer novillos) suelen procurar determinadas carencias cuyas secuelas, por perdurar en el tiempo, resultan de difícil sino imposible erradicación, a menos que, por hallarse imbuido del afán de superación, el afectado -con esfuerzo y tesón- se proponga y consiga enmendar la plana. No es fácil, aunque como bien dice el refrán “más vale tarde que nunca”, equiparable al de “nunca es tarde si la dicha es buena”.

Por lo general suele ocurrir lo que le sucedió al camarón que “por quedarse dormido fue arrastrado por la corriente”, siendo buena prueba de ello algunas de las desafortunadas y maliciosas intervenciones que, con el único propósito de detractar, pueden leerse en el foro.

Avala lo anterior el contenido de distintos aforismos según los cuales “la ignorancia de la ley no excusa de su cumplimiento” (ignorantia legis non excusat) consonante, a su vez, con el de que “ignorar es peor que errar” (ignorare, plus est quan errare) o el de que “para el ignorante el tiempo no corre” (ignoranti non currit tempus) por creer, equivocadamente, que la subida de los carburantes no le afecta porque, a petición propia, en el surtidor siempre le suministan 20 euros.

Aunque probablemente lo haga, estoy sopesando la posibilidad de adjuntar una cuenta de correo por si (a titulo privado y con el compromiso formal de no revelar la fuente), algún alma caritativa pudiera suministrarme información sobre algo que desconozco y que más tarde o más temprano acabaré sabiendo para exponer públicamente en el foro la identidad del que, inmerecidamente y sin motivo aparente, (a menos que por ser parte interesada, no le convenga se divulgue determinada información) está tratando de emporcarnos (GUARREARNOS) el charco por obstaculizar el ejercicio de un derecho (a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión) que por hallarse consagrado en el art. 20.1, d) de nuestra Constitución podría ser susceptible de amparo en la vía jurisdiccional competente.


Fdo.- José URBINA