Villanueva de la Sierra - Caceres

El representante del PePodrido en este forete es una hidra con muchas cabezas y más liendres que piojos pero, hace la labor que le han encomendado sus jefes o asume, porque así lo siente, lo mejor que puede, y sabe o entiende.


Ahora toca echar pelotas fueras, dejar que pasen cuanto antes estos días y que la gente se vaya olvidando de lo que pasó el once de septiembre por la tarde en Barcelona y es que, nuestra derochona de toda la vida, tan violenta , soberbia y cerril siempre, es perezosa de ideas y reacciona muy lentamente y siempre tarde, ante la evidencia de los hechos. Ahora toca disimular y mirar hacia otro lado a ver si, hay suerte y pasa lo mismo que cuando lo del Estatut, nada, que el movimiento se desactive solo. Y mira que aquello fue gordo pero, mareando la perdiz unos, y haciéndose el desentendido los más, la cosa quedó así, en el aire, hasta la tarde esta de referencia en que, ha quedado más que claro, que la derechona cavernícola con base en los madriles y sus inmediaciones, metidos en su aséptica burbuja y negándose conscientemente a mirar al exterior, son incapaces de calibrar el peligro que se nos viene encima, y ahí están, con su machacón erre que erre agradable a los oídos de sus enamorados confesos emperrados en eso de una, grande y libre o, lo de la reserva espiritual de Europa mientras que, alrededor, el mundo cambia, evoluciona, como siempre, aún a pesar de sus gobernantes y a veces, como es el caso ahora, contra ellos.


Que esos gobernantes sean cegatos y pongan siempre por delante de los intereses de la nación que gobiernan los de la clase social a la que pertenecen, como es el caso ahora mismo, lo único que hace como siempre hizo, es allanar el camino del descontento que produce la frustración de sus pacientes gobernados, a los que trata como rebaño de mansas ovejitas, hasta que estos, como ha pasado siempre, dejan de ser ganado y, sin que nadie se explique el cómo y cuando aunque sí el porqué, a esos ciegos de conveniencias, las cañas se le vuelven lanzas y los borregos en lobos.


Me dan risa, una risa triste, amarga como el sabor que te deja la bilis en el paladar, ver cómo desde sus televisiones afines, siguen al píe de la letra el código propagándistico goebbeliano sin que, a ninguno de sus presuntos ilustres directores espirituales, se le ocurra pensar que puede ser que, con esto de la internet y la play, toda aquella marea de sangre joven que ocupó el núcleo central de Barcelona, no tengan tiempo para oír sus repetidas consignas que además, si las oyen de pasada, les parecen chorradas. Unas chorradas que les hastían como les asquean muchos de los que dicen que son los representantes del pueblo.


Aquí, en este forete, tenemos un claro ejemplo de lo que estoy escribiendo y, sólo hay que echarle un vistazo por encima a lo que escribe con cualquiera de sus motes el encargado de la intoxicación delegado por ese grupo social al que me refiero, para ver que, sí, metódico si que es, bien adiestrado también, pero................., ¡qué le vamos a hacer!, nadie es perfecto y, a fin de cuentas, hasta a nuestro insuperable monaguillo, se le va la olla con mucha frecuencia, tanta, que ya corre entre el independentismo catalán la expresión: “eres más zoqueta que el Belloto y más cínico que la Bienpagá”


Pero volvamos a los mandriles, como bien dicen las pérfidas lenguas partidas, es un derroche eso de las diecisiete autonomías, de las cuales, en quince hay unos gobiernitos que semejan virreynatos y que, sólo sirven para sangrar a un pueblo ya exhausto en un País que no da más y cuya única industria floreciente proviene del sol y de la playa y cuyos campos productivos, cada día son más famélicos. Por eso, es conveniente deshacer ese invento que se hizo durante la transición para calmar los ardores de los guerreros mata rojos de la época y, tras las reformas oportunas, hacer ese Estado Federal donde, de una buta vez, encajen Catalunya y Euskal Herria así como, una Hacienda pública donde, bajo el pretexto de la Solidaridad entre Regiones, no se esconda tanto mangoneo que sólo fomenta el amiguismo y el mangoneo y, por bajo cuy manto, se oculta a todos, incluso a los beneficiados, que las zonas peninsulares que más producen, son las que menos reciben.

Salud.



Sic.

¡Joder ke pasada! Ni el mismo Josep Ramoneda, escribe algo tan

bueno. Sigue por este sendero...



Saludos.