Torrecilla de los Ángeles - Caceres

No todas las persobnas dejan alguna historia para que un dia alguien pueda recordarlos,unas para glorificarlos y otras para dar a conocer de su existecia entre nosotros.
Este hombre que encabeza el titulo de esta pequeña historia,fué un hombre inteligente,un hombre que tuvo algunos estudios,y que por circunstancias tan misteriosas de las que tiene el ser humano,cayó en el vicio de la bebida.
Era un hombre de buena estatura,campechano y culto,de buena familia y en la que alguno ellos tuvo buena fama en la profesión que ejercia.
Aunque no tengo mucho que contar,diré que al menos en una ocasión acudi a su casa para que me diera clase de aritmetica,cosa que por entonces no abundaba tal conocimiento en el pueblo por muchas personas.
No salia de la taberna como entonces se llamaba a los bares de los pueblos,y nunca tampoco faltaba quien generosamente y conociendo su debilidad le invitara un vaso de vino.
Cuando coincidia con él en la taberna,lo primero que hacia era invitarlo,
pero eso si,tenia que ser un pesetero,un vaso de los grandes porque su ansia de vino era tal,que uno pequeño no le saciaba.
Su mujer que Agustina se llamaba,debió ser toda la vida una verdadera martir,que no por ello perdió la paciencia nunca y lo dejó en la calle.
Con la mayor comprensión,me lo agarraba del brazo y como podia a la cama lo llevaba,demostrándole siempre un cariño que asombraba.
No tuvieron hijo alguno para de viejos cuidarles,y poco más puedo contar de este hombre tan notable,que pudo haber sido mucho de respirar otro aire que no fuera la bebida que le hundió para ser nadie.
Mi recuerdo para él,para ella y su familia,a la que siempre recuerdo siendo yo de Torrecilla.

jacintoP.

SERA TIO JULIO EL ALEGRE. VAMOS.