Tio Fernando. En noche oscura cerrada con lluvia frio y viento, de una casa no lejana escucho yo algún lamento. El oirlo me preocupa y aguzo más el oido, para llegar a saber el origen los quejidos. Mientras paso en silencio y sin querer ni respirar, me doy cuenta los quejidos cada vez aumentan más. Preocupado como estaba sin saber dónde venian, abro toda la ventana y más fuertes que se oian. Poco a poco voy notando con mayor seguridad, cual es la casa el origen de lamentos sin cesar. Me visto sin más tardanza y a la casa me dirijo, por saber aquella habita un hombre no tiene hijos. Es el pobre tio Fernando que con edad avanzada, tropezó en la escalera y por la misma rodaba. Rodando por toda ella hasta llegar a un descanso, alli se quedó tendido el pobre de tio Fernando. Con la ayuda que le presto y su mejor voluntad, en una silla cercana yo lo trato de sentar. Parece no tiene nada, parece todo fué susto, parece que tio Fernando vive la vida a su gusto. jacintoP. |