Al suelo me lo cayeron. Muy despacio caminaba un hombre de cierta edad, evitando que un tropiezo le resultara fatál. Asi vivió muchos años, prevenido a cuál no más, pero el destino maldito no lo libró de tál mal. En una mañana clara que salió a tomar el sol, a la salida a la calle con alguien se tropezó. Unos muchachos jugando como cosa natural, me lo cayero al suelo sin poderse levantar. Alli se quedó el abuelo tendido y solo en el suelo sin que llegara a notar, que un hueso de aquellas piernas a las que tanto cuidaba se acababa fracturar. A socorrerlo acudieron los que por alli pasaban, y al Hospital me lo llevan cargándolo sin tardanza. Hoy vemos éste Sr después de pasado un tiempo, caminando más despacio, caminando más atento. jacintoP. |