Cuando la vida es tan larga. Cuando la vida es tan larga y tanto has conocido, recuerdas momentos gratos y los muchos que has sufrido. Hoy me viene a la memoria mis años más infantiles, que nos veiamos las caras con la luz de los candiles. Eran candiles de aceite que a todos nos alumbraban, con una mecha de trapo que mi madre fabricaba. Por la mañana temprano una vez te levantabas, lo primero que se hacia era el ordeño las cabras. Alrededor de una lumbre hecha con brezos y jaras, en un puchero de barro la leche la calentabas. Y en un soporte de hierro que por trébedes llamaban, una sartén con su mango de pan cortado llenabas. Con la leche ya cocida y las migas preparadas, se nos hacia un café que con las mismas tomabas. Sentados alrededor de aquella lumbre de brasas y la sartén como plato, todos metian la cuchara. Qué ricas aquellas migas, qué ricas que me sabian, qué bién cocina mi madre qué bién cocinó en su vida. jacintoP. |