La danza del vaso Si observamos la práctica de baile que se suele llevar en casi todos los locales de Este país nuestro, veremos a un buen número de individuos llevando el ritmo, los pasos de baile, sobre el terreno y siempre con el cubata en la mano (sin caérsele una gota) y cuando ya solo queda el hielo ¡vamos! al coche a hacer el recambio o a la bolsa con las reservas preparado todo de antemano y pagado a escote por los bebedores. Lo malo de todo esto, es la cantidad de vasos que se consume cada uno, Está cada cual pendiente del vaso del otro para ir a la par en el consumo... que todos han pagado lo mismo... ¡faltaría más!. Pero lo peor de todo no es eso sinó la bomba que estamos engullendo para el hígado porque eso... eso nos pasa factura (el cuerpo tiene memoria)¡ya lo creo que la tiene! Es demasiado, son (en algunos casos) casi veinte cubatas e incluso más, ¡tela marinera). La futura factura, para algunos, será, demasiado cara. Los tres primeros cubatas, son de precalentamiento, después damos unos pasitos y poco a poco vamos saltando, hasta que ya nos esparramamos hacia arriba y hacia los lados, adelante o atrás; ya nos da igual, si me miran, que me miren... ¡yo a lo mío) ¡al botellón jodío! que cuando me pasen factura... ¡que me quiten lo bailao, riau,riau! Cada cual se divierte como puede... ¡faltaría más! |