Santiago del Campo - Caceres

¡VENGA ESA VACUNA!
Los que hemos vivido mucho. República, Guerra civil, Dictaduras Monarquías, parlamentaria o sobresaltos de golpismo. Todas estas zarandajas y conmemoraciones nos suenan a cecina añeja.
De todas las maneras la historia se manipula de tal guisa, que no hay por donde agarrarla.
Por tal motivo cuando pasan el refrito de “Cuentamé como ha pasao.” ya directamente apago y
me asomo a la terraza e intento identificar el avión que cruza la vertical de casa. Por la hora
quizá el que me llevó y me trajo de Tenerife la última vez que he ido a ver a la familia. Que claro..es de low cost.
Uno (que de siempre he sido cotilla) y seguí los milagros de la villa y corte desde los años 60.
Todas las zarandajas de ese pasado que me cuenten, no me dicen gran cosa. Y solo es el recurso de
un mal guionista. En cuanto a lo dicho antes.
Y aseverando esa condición de estar al tanto del 'tiempo espacio' o al revés. Anamnesis empleada en medicina. Afirmo que ese 23 de febrero 1981. A las 6 de la tarde, estando en mi terraza
entretenido en algún trabajo. Al lado el radio caset Orión. Con onda corta, para oir la Pirenaica.
Se coló por esta, una conversación entre dos guardias municipales de servicio. ¿“Oyes, que está pasando en el Congreso”? Y el mismo volvía a insistir. “Esto no nos concierne a nosotros, verdad”?.
A partir de aquí, ya busqué otra fuentes. La noticia se propagó como la pólvora. Ya vivíamos en Alcorcón. Y las gentes intentando hacer acopio de víveres a toda costa.
Las personas se iba preparando para no salir ante la posibilidad de un toque 'marcial' o de queda.
Entretanto alguno, entre comunicados nos aprestamos diligentes a cenar como de costumbre, lo más tarde a las 9. Alas 10. tenia que fichar en el hospital. Hacerme presente sin paliativos.
Tenía turno de noche. Utilizando el transporte público. Bus y metro, hasta Moncloa.
Era tanta la soledad, tal que si una pandemia como la actual hubiese borrado de la faz de la tierra
a casi la totalidad del genero humano. Al bajar en Argüelles ya las gentes desaparecida, que daba
cierto 'yuyo'.La noche en el trabajo como otra cualquiera. A currar, ante cualquier sobresalto y las cotidianas pautas medicas. Mi compañera, ATS magnifica y experimentada profesional, que no olvido. Nos procuramos una tele. Está en la época terminaba a las 24 h. esa noche no la cortaron.
Asi que seguimos el programa que ya a las 8 h quedaba casi resuelto. Saliendo los civiles por algunas ventanas para largase. Después del discurso del Rey. Ya han pasado 4O años como un ciclón. Emilio Rey.