Santiago del Campo - Caceres

NAVEGANDO POR EL NILO.
Un sol justiciero se deja caer sobre Luxor a mediodía. La antigua Tebas. Capital en el pasado de el Egipto de los faraones. Impensable separarse de la botella de agua fresca para el turista europeo,poco aclimatado a un sol del desierto, con un cielo exento de cualquier trazo de nubes. Sorprende ver desde el refrigerado auto bus, a unos chicos jóvenes jugando al fútbol a pecho descubierto sin inmutarse en un arenal con un sol abrasador. Luxor es una de tantas ciudades que crecieron en los margenes del Nilo. Los dátiles para la venta apilados en el suelo, tienen un color y tamaño inmejorables a pesar de las dichosas moscas que pululan en el entorno. Las especias amontonadas son como un colorido caleidoscopio; amarillo rojo. Hay tiendas de todo tipo, prevaleciendo las joyerías ( los guías intentan convencerte de que “aquí el oro esta más barato”) y hasta lo consiguen, de hecho uno de los lugares donde puedes comprar con pesetas españolas, todo lo demás era con libras egipcias previamente cambiadas por dolares.
Los avisados saben que es mejor comprar por aquí que en el Cairo. En el mercado Al Calili son viejos comerciantes que lían al turista inexperto con recateo duro e imposible.
Al lado oeste del rio; el Valle de los Reyes, o de los muerto. Para ver despacio. Siempre con guía. (Como antiguo minero que fui) al adentrarme en el fondo de esas tumbas creí que volvía al antiguo tajo del carbón.
Rio arriba del Nilo, Asuan. Con su inmensa presa. Zona militarizada, pero nos dejaron
pasar. Esta ciudad cuenta con aeropuerto. Los rusos fueron los artífices de tan colosal
obra, allá por 1960. Con dos turbinas que abastecen al pais de energía sin limites puesto
que el Nilo con su presa ha sido 'domesticado'.y el agua embalsada se prolonga 500 k.
Una antigua cantera de granito rosa, nos habla de cuando los faraones recortaban ahí
los inmensos monolitos, que alguno vemos por Europa (Paris Roma).
Los egipcios expertos ya en esto del turismo, se pegan a ti como una lapa. Guardias incluido,empleados de el Museo, de las ruinas que visitas, por la propina.
Por el sur hacíamos la vida en el barco, recorriendo ruinas y volviendo por la noche a la
base. Ya había sitios prohibidos por el peligro que suponía el terrorismo. Por el templo de Asepsup´que visitamos; después unos terroristas cazaban a los turistas como a conejos Una cifra que no recuerdo de muertos. En las siesta la gente del barco dormitaba con el aire acondicionado. Así que me subía arriba a la terraza de éste, mientras el barco, seguía navegando. No quería perderme el paisaje de las orillas del legendario rio. Del que tanto había leído, ahora ante mis ojos.
La capital; El Cairo, ruidosa y anárquica. a uno 800 k, al norte. Nos alojamos en las
afueras de esta, 'Piramide park' hotel de pequeños bungalos. Transporte por cuenta
del hotel para acercarnos justo a la plaza donde se sitúa el Museo. Que pude visitar un par de veces; sin prisa. Describir con palabras su contenido es tarea ardua. Todos los objetos cuentan con miles de años. Momias a la vista, la de Tutankamon. Nada de esas que vimos en las viñetas de aventuras, que deambulan libres por la noche tenebrosa del.
Museo. El barrio Copto, visto desde la distancia del viejo Cairo. La Mezquita de alabastro...El taxista que nos acercó dijo que no nos cobraba. (…) que esperaba fuera para llevarnos luego al punto de partida. El tiempo no cuenta con tal de cobrar el regreso¡ Igual que aquí!. Una noche visitamos un apacible pueblo. Donde la gente desde la elevada orilla,, fumaba su pipa de agua en compañía, ante el rio que se deslizaba apacible en la cálida noche sin luna. Desde el hotel se ve la cúspide de la mayor de las pirámides recortada en el horizonte. Una inmensa mole de piedra caliza, que alguna vez tuvo un revestimiento más pulido. Hacia el sur una planicie de arena se perfila en el horizonte y unos postes del tendido eléctrico era lo único que se sostenía verticalmente en el inmenso desierto. No vimos tractores labrando el campo, si a alguien con el arado romano tirado por borricos. Tierra fértil de más de una cosecha al año. Con la ayuda del calor y el regadío intensivo. Un pueblo pobre pero aparentemente feliz. Emilio Rey.