Santiago del Campo - Caceres

VIVIR PARA VER.
Los intelectuales del ala derecha. No se fían ni un pelo del Presidente en funciones. Creen que eso de 'marear la perdiz' hasta hipnotizar al contrario -sin soltar prenda- pasa ya de castaño a oscuro.
Es lo que dicen los articulistas que se cuidan de analizar el día a día de la clase política.
Unos con más encono que otros pero siempre en negativo.
Raul del Pozo.; “las democracias americanas dejaron dicho que el peligro de los gobiernos es que mandan demasiado, a veces son un peligro intolerable”.” Esto último es lo que cuadra a la política
española. “Echamos a unos gobernantes por corruptos y elegimos a otros que bloquean las instituciones y los presupuestos del Estado”.
“ Pedro Sánchez no quiere nada con Pablo. Porque va a tener que hacer recortes por orden de Bruxelas e indultos a presos catalanes.”
Carlos Sánchez, - otro plumilla-, le da una de izquierdas para aprovechar el viento de popa y lo ponen en un brete. Gracias al “Manual de resistencia” encaja bien los golpes. Pedro echa mano de
Maquiavelo, y nos suelta frases hechas del 'El Principe'. No, lo del colchón que cambió nada más llegar a Moncloa, no tiene nada que ver con 'El Principe' y además es un bulo. C. Sánchez: “Sanchez una vez más a pecado en exceso de ambición. Sin duda espoleado por toneladas de soberbia que le hacen creer que el problema es siempre de los otros.” Lo que hace que en vez de ser un político pegado a la realidad, piensa que él puede transformarla gracias a su conocida 'baraka'. Un atributo de quienes se creen superiores.”
En palabras de una exdiputada socialista “Es la famosa flor en el trasero que ha acompañado
a Sánchez en su asalto al poder.” Los políticos de nueva hornada van ya con la respuesta escrita
a la pregunta de la bancada contraria. Ni la más pequeña concesión a la retórica. Olvidaron qué representó Aristóteles en la escuela de la elocuencia.
Por último desde el Independiente. Luis M. Fuentes; “no sé porqué ahora la gente se imagina a Rivera con cagalera. “Pero a Sánchez excretando pompas de colonia Nenuco, tal que un querubín de aparador con hipo”. Estamos tan hiperpolitizados, que la cagalera del político también es la somatización de la ideología”. Lo dejamos así. El articulista se adentra por la senda de lo escatológico en exceso. La política se ha convertido en puro teatro, con admiradores y detractores,
de diestra y siniestra. Emirey.