Santiago del Campo - Caceres

RIPIOS DE OCASIÓN
Puedo morir cualquier día,
partido por un camión
una mala digestión
o una grave neumonía.
Un golpe de mala suerte
montado en la bicicleta
adiós sueños de poeta
que se llevará la muerte.
Poemillas que escribí
en una nube prendido
seguirán ahí escondido
y hasta pasarán de mi.
Cuando te vas de esta vida
dejas cierto desconsuelo
lo que te dejó el abuelo
que se terminó enseguida.
Un libro, una bicicleta
tal vez la herencia remota
dos gatos y una marmota
y un cactus en la maceta.
Dejo atrás el mundo ingrato
y a los amigos de farra
sin nada; con una hoja de parra
donde me arañó mi gato.
Termino aquí mi impostura
puede reírse la gente
me vuelvo a los años veinte
que lo bueno poco dura.
Todo es puro desvarío
por seguirte la corriente
no te asomes a la fuente
cuando está creciendo el río.
Me despido con mi gato
está en casa y castigado
con solo, espinas de pescado
me ha hecho pasar mal rato.
Emirey