San Martín de Trevejo - Caceres

El coronavirus se postula como el animal totémico de la globalización que tampoco es el globalismo. El globalismo es el movimiento más vasto de la historia promovido por una oligarquía económica cuya expansión según Belloch que no era precisamente un marxiano se ejerce en todos los sectores manejando todo el mecanismo de la información y la legislación. El estado servil descrito por Belloch se da por supuesto que unos pocos pueden poseer y la gran mayoría debe vivir asalariada debajo de ellos sin otra mejora que la que venga de lo alto "pero no mediante la propiedad, no mediante la libertad". La epoca nuclear de la globalización terrestre abarca desde 1942 hasta 1945 afirma el socialdemócrata alemán Sloterdijk, el único filósofo que ha estudiado lo que en la sociología, en la política y en el periodismo se discute "bajo la irritante e histérica expresión de globalización" cuya expresión el no del adjetivo "global" que no sabe bien que significa si no el sustantivo globo que es una cosa formada de redondeces. La globalización actual es la consecuencia del movimiento del capital especulativo que circunda la Tierra bajo la forma de noticias a la velocidad de la luz lo cual equivale a la destrucción del espacio.

Ya en Maquiavelo de Maurice Joli anunciaba que los pueblos amenazados por una inevitable disolución vuelven al despotismo como salvación que es lo que vemos en los sudores de esta ideologia de gracia que es la sociedad de democracia cuyo primer discurso moral lo hizo un consejero de Carlos el Loco de Francia que apoyaba o cancelaba los edictos según soplaba el viento.

Tenemos por costumbre querer lo que quiere el Rey pero estamos sometidos a las circunstancias del momento y creemos que la mejor solución para mantenernos de pie dadas las revoluciones que se dan en las cortes consiste en ponerse siempre al lado del más fuerte.

En menos de un tweet del siglo XV queda explicado un regimen.