Articulu de Arcadi ESpada. EL MUNDO Los mossos no pueden celebrar su desconocimiento absoluto de las actividades del grupo desarticulado, que se prolongaron, parece, cerca de un año. No pueden celebrar tampoco la ejecución de un atentado tan técnicamente rudimentario en el espacio más transitado de Barcelona y que el atentado finalizara no por su drástica intervención sino por voluntad del propio terrorista. No pueden celebrar tampoco que el terrorista huyera de la ciudad. No pueden celebrar la fragilidad de sus controles viarios. No pueden celebrar que la muerte de los islamistas de Alcanar se debiera a una explosión fortuita que tardaron en vincular más tiempo del conveniente con planes terroristas. No pueden celebrar que el visionado de la muerte del quinto terrorista de Cambrils deje sombras, incluso moralmente desagradables, sobre la profesionalidad del dispositivo de captura. No pueden celebrar la muerte en un viñedo del autor del atropello mortal: no solo porque las muertes no se celebran, sino porque era más valioso vivo y la policía no ha explicado aún por qué fue imprescindible matarlo. Como no ha explicado tampoco los detalles de la acción, técnicamente impresionante por lo que parece, del policía que liquidó a cuatro terroristas en Cambrils. Como nadie ha explicado, más allá de las celebraciones, por qué un país que tiene una alarma al nivel cuatro antes de un ataque terrorista decide no subirla después de que el atentado se produzca y después, incluso, de considerada la posibilidad de la venganza”. |