San Martín de Trevejo - Caceres

Ni vuelve el agua al manatial,
ni la hermosa flor vuelve a su tallo,
ni regresa el canto de los gallos
al gallo que cantara en el corral
ni la rosa caida a su rosal,
ni la piña,que cayó,vuelve a su pino,
ni a la parra,jamás,volverá el vino,
ni el ave que murió vuelve a anidar,
ni el brazo que abrazó vuelve a abrazar
ni vuelve a ser bello lo mezquino,
jamás ha de volver lo ya olvidado,
el tiempo que pasó,no ha de volver,
ni veremos otra vez amanecer
igual desde el mismo acantilado,
ni la hierba ha de ser, jamás,del prado,
una vez segada,una vez pienso,
nunca será puro el humo denso,
y jamás será cordura mi demencia,
locura que es pasión,la dura ausencia
que todo mi pensar es como incienso,
es mi pensar el eco de un violín,
mis ideas mariposas que aletean
que vuelan y se posan,se pasean
por los campos de mi hermoso San Martín,
por su pinos,por sus rios,su confín,
las sierras que lo cercan y protegen,
los hermosos jardines,donde crecen,
la rosa,el jazmín y la azucena,
ése mundo de ilusión,esa verbena,
esos verdes parajes,que estremecen.
Alli pienso volver,quiero vivir,
no seré como la piña ni la rosa
ni la hierba,ni el vino que reposa,
ni el agua que en el mar ha de morir,
alma quiero ser,para sentir
esos rios,esos montes y esos prados
los olivos,los castaños,el sagrado
y hermoso lugar donde nací,
Eso es el destino para mi
yo si he de volver a mi pasado.