Pizarro - Caceres

En esta sucesión de acontecimientos irrelevantes e inconexos voy a relatar un hecho que me ocurrió sin ir más lejos ayer. Que cosa más curiosa que a partir del momento de escribir este texto, aunque pasen cien años, seguirán pensando que me refiero al ayer de las personas que me leen y no al ayer de mi misma persona, como se ponen algunas veces las cabezas, ¡cielos!.

Ayer, me dirigía a un centro comercial de esta gran ciudad donde vivo, para realizar la poco importante actividad consistente en recoger un pantalón de la que duerme a mi lado al que le habían reducido las perneras no solo sin hacerle descuento por el material incautado sino cobrándole encima tres euros cincuenta por ejercer de censura textil, o sea cortar con la tijera, pasé por un parque a las afueras, poco transitado y donde hay un circuito al aire libre con máquinas y aparatos para satisfacer las ansias de auto tortura de algunas mentes” enfermizas”(con lo dañino que es, el deporte) y se me ocurrió que llevando en el maletero un saco de almendrucos, cicateros y celosos de su contenido y además un martillo brillante y con el mango de acero, no era cuestión de irme sin liberar algunas almendras de su cautiverio y hacerlas pasar a mejor vida en un paraíso no muy lejano que estaba cerca de allí y que no era sino mi dulce y grácil figura en cuerpo mortal.

Busqué un lugar, libre de miradas indiscretas y después de vagar o vaguear que también vale, por la zona llegué a la base de un cartel publicitario enorme que tenía en pleno esplendor la cabellera rojo cobrizo de una espectacular pelirroja, (lógicamente). Allí había un cuadro eléctrico, al que monté, cual si fuera jinete intrépido y atrevido de un leve saltito, pasados unos minutos y más o menos por la duodécima almendra liberada, me dio por pensar la curiosa montura que tenia debajo de mí, y empecé a dar los martillazos en las almendras con más dulzura y comedimiento, asaltándome la duda sobre lo conveniente de dar martillazos en un armario eléctrico en el que una mirada más atenta y escrutadora me hizo descubrir cables pelados por todos sitios, me bajé sigilosamente de mi cabalgadura no fuera que decidiese darme una coz en forma de descarga eléctrica y cuando hube recogido todos mis bártulos y mis almendras liberadas y cautivas e instalado entre dos piedras vigilantes y sin carga ni positiva ni negativa, y por supuesto sin alterna (ni de copas ni de nada), me dio por reír.

Y es que me imaginé cual debería ser el texto puesto en un atestado policial, explicando que habían encontrado a un tipo esbelto y agraciado (Esto no tiene porque ser rigurosamente cierto), con un exceso de chispa subido en un armario eléctrico con un martillo de acero y rodeado de palomitas de almendra y almendrucos desafiantes y retadores guardando su contenido incólume y a salvo de devoradores de frutos secos naturales.

Perolo esta vez te he cogido en una mentira. ¿Tu un cuerpo GRÁCIL Y DULCE?. Hombre PEROLO, si tu siempre nos dices que tu barriga es muy prominente. En cuanto a lo del cuadro electrico, andate con cuidado con lo que haces¿Es que quieres "darle una alegria" a tu "santa? Lo contenta que se pondría si te ocurriese un accidente y a cambio recibiera una buena imdenización y una buena paga de por vida.

UN SALUDO.

Bunas tardes:

Sorprendido me tienes Perolo, eso solo lo hacen los niños traviesos y yo te tengo por un buen "chico". Con los lugares que existen para "liberar" esas ricas almendras de su caparazón y vas y te instalas en el sitio más peligroso, claro que con semejante cartelón publicitario, donde menos reparaste fue en el cuadro eléctrico. Yo hubiese hecho lo mismo.

Avicena, hay que ver, no le perdonas ni una mentirijilla piadosa al bueno de Perolo, esas cosas hay que perdonarlas en aras del buen transcurrir y ligazón de las historietas que nos hace partícipes.

Saludos cordiales, pareja.

Buenas noches VALMOR. Vale, vale. Le "perdono la mentirijilla". Pero a cambio nos tiene que contar alguna "cosilla" de las que le pasan en la piscina donde refresca su voluminosa ( perdon, quise decir su esbelta) figura.Seguro que con su "cuerpo DANONE", llama la atención.

UN SALUDO AMIGO.

Hola Avedepena, la tripita no es “problema “el “problema” es llenarla, de todas formas te doy un leve apunte sobre mis teorías en eso de la belleza física, esta teoría mía parte de la base que yo no soy el que tiene que estar “bueno” para mí lo principal es que mi pareja sea la que este buena, el que yo esté en mejor o peor forma no influye para nada o sea una vez que has conseguido la pareja que te satisface, estar preocupado por la barriguita o la doble papada, o la caída de ojos (y otras caídas más problemáticas) lo demás no importa, estar preocupado por eso es perder tiempo de dedicarse a otras cosas más instructivas. La remota posibilidad que a mi grácil (Insisto) persona le ocurra alguna cosa no le produciría ninguna satisfacción a la que duerme a mi lado, pues la satisfacción mas edificante para ella es poder dar rienda suelta a su “creatividad” y decirme adjetivos (otros dirían insultos), La paga de por vida es innecesaria pues mi ausencia la dejaría en una situación muy saneada (no es que ya no tendría problemas económicos sino que estaría toda la casa más limpia. . . más saneada). Por lo tanto, lo uno por lo otro.

Saludos, CondeMor, teniendo un patio de 70 metros cuadrados no tener que irse a la calle para liberar almendras es un deporte arriesgado como puedes intuir, más peligroso no por los armarios eléctricos, sino por la furia “saneadora”, que impide que deje ningún resto orgánico en el joio patio. Sería más saludable comer las almendras con cascara que partirlas en el patio.
Gracias por vuestros comentarios y Que tengáis un buen dia.

Ahora no puedo pero ya te contestare a lo del cuerpo danone el mio seria no danone por lo menos del DIA( supermercado) no fresco.