Vicente chaparro oliva UNA HISTORIA GENUINA DE UNA JIRA A "LA PEPINA" (Para mi siempre amigo Don Gonzalo Quiros Ceresoles) Era una hermosa mañana del mes de octubre pasado, fresca, apacible y lozana que aún sostiene y engalana al arbol ya medio ajado. En una mañana de esas en que no sientes sorpresas de frio ni de calor y en que gozar te interesa de su aspecto seductor, (1)Vicente Caparro iban por la carretera Gonzalo Quiros tres(1) amigos de verdad, Vicente Maldonado que en charla franca y sincera demuestran todos que era cierta su fraternidad. Marcha el uno (Gonzalo) cabalgando en una burra entrecana que se las iba jurando y los otros dos andando con voluntad y con ganas El de la burra camina como con hambre canina, o con sed, según barrunto y a las diez y media en punto llegaron a la Pepina. Allí en la vega sombria, entre esplendores del dia, y arrullos del arbolado, estan Pedro y la Maria con algo ya preparado. Suben, ocupan tres sillas sobre la hermosa camilla se tiende un blanco mantel y empiezan las maravillas del dia memorable aquel. Sirven unas tencas fritas, recientes y doraditas y uno de los comensales va y se engulle seguiditas dieciseis tencas cabales Y no vayais a creer que esto se llama comer ni aun almorzar, no, por Dios¡ esto es sólo para beber una botellita o dos. Una subasta jugaban luego despues, y tal era la fe con la que tomaban, que ciento cuarenta echaban sin un acuse siquiera. Dan las doce. Se presenta otro amigo que esperaban y ya la gente contenta da principios la tormenta que las nubes encerraban. las nubes eran botellas rebosantes todas ellas del mas preciado licor que dan rayos y centellas de alegria y buen humor Se van todos de paseo y en las orillas de un lago (2) (2) charca de Greña o laguna, según creo, toman trago tras trago "las once" con gran deseo. Una vez que se acabó el vino que allí llevaron a la casa retornaron y de nuevo se bebio y otra subasta jugaron. Ya e comer la hora suena ya la atmosfera esta llena de mareantes vapores y hasta parece que truena y que se sienten temblores. Viene una rica paella y unos pollos exquisitos donde Vicente se estrella mientras anda la botella suministrando traguitos. Despues de otros platos varios vino el ardiente café con su aroma extraordinario a apagar el incensario que no cesaba de arder. Pero fue vano su afan aquellos cuerpos estan con tal calor, que aquel dia hasta la Pepina ardia como si fuese un volcan. Pasan las horas inquietas Gonzalo antes de partir se sube en una carreta y anuncia con voz discreta que se quiere despedir. Y allí nos larga un sermón discurso o peroración lleno de tanta alegria que aun me duele el esternon de las risas de aquel dia. Entre tanto Maldonado un vaso grande ha llenado y lo ofrece al orador que de un golpe lo ha apurado y él se bebe otro mayor. Y entre hablar y discutir, y entre echar y consumir, y beber sin ton ni son, llega la hora de partir, pues las seis y media son. Echamos a andar !Que horror! acumulado el vapor, sobre la parte mas alta si un pié brinca, el otro salta de babor a estribor. Por fin camina Gonzalo en la burra colocado, y derecho como un palo comienza, y esto es lo malo, de nosotros a alejarse. Espiritu aventurero se va cual nuevo Colón a buscar otro sendero que le conduzca primero a su placida mansión. ¡Oh Gonzalo! Peregrino sin calabaza y con vino quisiste tomar la trocha y en vez de hallar el camino hallaste la perdigocha. Andabas por los barbechos, andabas por los sembrados, ya perdido, ya maltrecho, siempre ibas a dar de pecho sobre terrenos vallados. "Otra vez atras"-decias- y la burra maldecia su negra y su triste estrella, y aun llora el aciago dia que te perdiste con ella. Fue enorme tu desconcierto. como Cristo en el desierto gritaste tres veces, tres, y una voz como de muerto dijo en el campo: ¿Quien es? -Soy Don Gonzalo, pastora, pastora, acude por Dios. - Estoy sola, y a estas horas. (dijo ella) me desdora que estamos juntos los dos. hay alli un pastor vecino que se lo enseñara volando y tu te fuiste gritando ¡¡Catalino!! ¡¡Catalino!! Catalino te escuchó, y por caridad salio par ver quien le turbaba y al verte con tantas barbas Catalino se asusto. El es hombre que no adula, y me dijo al otro dia que al verte asi, se creia que predicabas la Bula de noche por la "Ceñia". Lo cierto es que Catalino tomó contigo el camino y en tu casa te metió, mientras Chaparro sin tino fue a buscarte y no te hallo. !! Como te habia de hallar¡¡ A la Caseta de Patos se fue por tí a preguntar, y el peón con muy buen trato salió con el a buscar. Iba el caminero armado con chuzo y con bandolera como aquel que va forzado a buscar una pantera. Y la pantera en cuestión estaba ante una "ración" descansando ya en su casa, y..... aqui se acabo el carbon prque esto de historia pasa. A Dios elevo mis preces, amigo del alma mia, porque siempre te tropieces -aunque te pierdas mil veces- amigos como aquel dia. Navas del Madroño 08-02-1.911 Amigos "foreros" perdón por la extensión pero el documento lo merece y queria compartirlo con vosotros. |