Montehermoso - Caceres

Borrado por un Moderador.

Dios mio las que os ha caido

En respuesta a tus afirmaciones "Consideremos esto: ¿Es razonable o bíblico creer que un hombre sufre tormentos sencillamente porque es rico, lleva buena ropa y tiene mucho de comer?"

Ramón, últimamente no estás muy atinado con las citas bíblicas. Sabes, creo de hecho que la religión que predicas es para ricos. Por eso no quieres hablar de una moral cristiana que condene las desigualdades económicas. Mira, a mí los católicos, los musulmanes o los budistas me interesan precisamente por eso, porque al menos de palabra lo condenan (tú ni de boquilla):

https://ww.abc.es/20121101/sociedad/abci-munilla-iglesia-deshaucios-bancos-201211011251.html

https://caa.elpais.com/ccaa/2012/11/01/paisvasco/1351769868_764892.html

Hoy pretendes hacernos creer que la Biblia, donde según tú se contiene la palabra de vuestro Dios (que por cierto, también está en El Corán, no lo olvides)no condena las desigualdes ni habla del infierno. Bueno, te he seleccionado un par de fragmentos donde se habla, respectivamente, del infierno y de la opiníon de tu mesías sobre la riqueza:

Infierno (Lucas, 3:17):
"Su aventador está en su mano y limpiará su era y recogerá el trigo en su granero y quemará la paja en el fuego que nunca se apagará." Si ese fuego que nunca se apaga no es el infierno, desde luego tampoco es un horno de pan...

La consideración de Cristo por los ricos:
"¡Cuan difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!" (Marcos 10:24)
Y más abajo "Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja que entrar un rico en el reino de Dios" (Marcos 10:25)

En fin, Ramón, que los ateos también leemos la Biblia de vez en cuando.

Un saludo.

PD: por cierto, no estoy para nada de acuerdo con tus observaciones del otro día. Decías que de poco servían los comedores si luego no se predicaba la palabra. Hombre, Ramón, al menos gracias a los comedores la gente no pasa hambre. De no ser por ellos, más de uno moriría. Tu puedes alimentar su espíritu con la predicacion, pero como no les llenes el estómago, pronto no tendrás a quien predicarle.

Borrado por un Moderador.

Me tomo doce colacaos y me lo leo el año que viene,,tu dejalo ahi,, no lo borres

Hola colacao; tu tranquilo, tomate todo el tiempo que quieras, no es ni ha sido nunca mi intención borrar ninguno de los mensajes, si me lo permites te contare una pequeña historia, pero no hace falta que la leas hoy, tranquilo, cuando tú puedas.

Veras, esta historia es un poco antigua, pero eso no quita su importancia.

Se trata de un hombre que era y es bastante sabio, le llamaban y le siguen llamando Jesús, seguramente has oído hablar de él, bien resulta que siempre iba acompañado de ciertos amigos puesto que él por lo general era bastante campechano y a las personas les gustaba escucharle, un día fue a casa de un amigo suyo de nombre Lázaro, este tenía dos hermanas cuyos nombres eran Marta y María.
Su amigo lázaro le invito a comer junto con los amigos que venían con él, Marta la mayor de las dos hermana se puso a cocinar pero María se sentó al lado de Jesús junto con todos los demás y escuchaba las palabras, consejos, y enseñanzas que Jesús iba diciendo.
Marta en la cocina mientras tanto estaba nerviosa, pues quería agradar a los invitados de su hermano y se afanaba en prepararle una suculenta y gran comida, puesto que lo primordial para ella es que quedaran contentos, su nerviosismo aumentaba cuando veía a su hermana María que en vez de estar ayudándola estaba tranquilamente sentada escuchando a Jesús.
Y Marta en su nerviosismo no se pudo contener mas, se fue para el grupo y le digo a Jesús; Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para atender las cosas? Dile, por lo tanto, que me ayude.
Seguramente asta estuviera un poco enfadada con su hermana, ¿pero que le contesto Jesús?; En contestación, Jesús le dijo: “Marta, Marta, estás inquieta y turbada en cuanto a muchas cosas. Son pocas, sin embargo, las cosas que se necesitan, o solo una. Por su parte, María escogió la buena porción, y no le será quitada”.

Curioso, verdad; Marta se afanaba en hacer una suculenta comida, ¿pero la comida no tenía por qué ser con muchos manjares?, podía ser sencilla y aprovechar la gran oportunidad de escuchar y aprender, a veces nos afanamos en cosas, y no nos pararnos a escuchar y aprender.
Jesús le dijo que seguramente solo necesitamos una sola cosa y María la había cogido y lo más importante, no se le quitaría.

A este hombre, (Jesús) poco después le quitaron la vida, seguramente Marta recordaría toda su vida las palabras de Jesús, y pensaría, ¿Por qué no dedique yo más tiempo a escucharle, en vez de atender a cosas sin importancia?

Esta historia seguramente se dejo escrita para que de ella las futuras generaciones aprendiéramos algo, y ese algo es que tenemos que valorar las cosas y escoger la buena porción, y esto mientras podamos, pues no siempre podremos, como Marta, quizás ella cuando tuvo tiempo para escuchar a Jesús el ya no estaba.

Bien, tu tomate todos los cola caos que quiera, pero cuando leas si llegas a leer esta historia, te deseo de corazón que trates de comprender el mensaje que transmite.

Saludos: RC.

ramones deja de tocar los cojoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooones

O dejas de escribir o te juro que te denuncio por difamación de falsos testimonios y mentiras

No le deis bola que si no no deja de escribir.