Montánchez - Caceres

Ya fue duro soportar las iluminaciones de Zapatero, las tramas de Rubalcaba, padrino de Podemos, porque gracias a él Podemos se hizo partido. Ya fue duro soportar los errores, la lentitud y sordera de Rajoy y Soraya. Sánchez, el ya no puedo más.

Llegó el tiempo de VOX y le llaman extrema derecha, asustan a jovenes y mienten como bellacos a los votantes españoles. Pero, ¿qué ocurre con Podemos, al que no parecen temer? Precisamente Podemos, partido de extrema izquierda. ¡Ah no!, resulta que la extrema izquierda es buena y la mala es la extrema derecha. Vaya que no, a estas alturas VOX es lo mejor que le ha sucedido a España, un partido con un lider que no se arrendra y dice verdades como puños.

Abascal ante las amenazas de Podemos: “Haré responsable a Iglesias de toda violencia contra VOX”
“No se nos olvida cómo Iglesias mandó a sus huestes a uno de nuestros actos de campaña en Murcia para gritarle a Ortega Lara que volviera al zulo y al resto de nosotros que nuestro lugar era Paracuellos”.

PODEMOS es el partido a temer, el cancer de España.

Aquellos que insultan a VOX, me insultan a mi también y yo tampoco lo voy a consentir. Como cualquier español escucho los discursos de los diferentes partidos politicos, tras muchas traiciones encuentro en VOX el partido más afin a lo que pienso y a lo que quiero para mi país. VOX no es perfecto como tampoco lo son los demás partidos politicos, la diferencia es que VOX habla claro y no se burla del votante, mientras el PSOE te utiliza, hace fiestas con tu voto y te vende por una lenteja. PODEMOS ni te cuento, PODEMOS es una vergüenza nacional, una tomadura de pelo, el arte y labia de un profesor con discursos de pena, discursos para suspenderle y que devuelva las becas.

Vox no es un partido político, Vox es la vocación de servicio a España y la esperanza para muchos españoles. Podemos es más radical que Vox, más antisistema, más dañino para la democracia. A los hechos me remito. Hasta ahora es así.

La hemeroteca es cruel, y la falta de memoria no ayuda a la hora de mantener un discurso coherente -incluso si es falso-.

Desde que VOX llegara al Parlamento andaluz con 12 escaños, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, no ha parado de azuzar a los suyos para salir a las calles “a luchar contra el fascismo”; orgulloso de que la gente salga a las calles a “combatir a la extrema derecha”, el líder de Podemos llama al antifascismo militante con un “que no vuelvan nunca más”.

Qué lejos aquellos días en los que Pablo Iglesias y su pareja, Irene Montero, daban a sus mellizos lecciones de tolerancia:
“Enseñaremos a nuestros hijos que sean siempre respetuosos con el que piensa distinto porque la humanidad, la decencia y la amistad no son el patrimonio exclusivo de ninguna causa”…
Pues parece que ni respeto “con el que piensa distinto” ni nada parecido. Toca ahora, según Iglesias, tomar las calles contra todo el que piensa diferente.

La posición de VOX es clara: “No tiene que haber leyes para decirles a los españoles lo que tienen que pensar y de qué estar orgullosos”

Más allá del ruido histérico de quienes ven cómo España entra en una nueva etapa, VOX ha puesto encima de la mesa la unidad de España y la ilegalización de quienes pretenden reventarla; ha priorizado destinar los recursos de todos los españoles para los españoles; ha hecho extensiva la seguridad que los progres proporcionan a sus domicilios a la seguridad que ha de proporcionar el Estado a las fronteras del domicilio común, España; ha concienciado acerca de la necesidad de expulsar de España a quienes están ilegalmente, beneficiándose de nuestro estado de bienestar y sin contribuir a él; ha despertado la necesidad de respetar la Historia tal y como aconteció; ha devuelto el entusiasmo de valorar nuestras tradiciones; ha defendido minimizar el Estado para bajar la carga fiscal y que sea el tejido empresarial quien genere riqueza y empleo; ha reclamado proteger a cualquier español víctima de cualquier tipo de violencia, sea mujer, niña, hija, abuela, hijo, padre o abuelo y ha devuelto la ilusión por el presente y el futuro a millones de españoles.

La etapa en la que entra España gracias a VOX es gracias a VOX.
VOX tiene claro que “nadie desde fuera nos dirá qué hacer”
Por otro lado Abascal asegura que “estamos ante un totalitarismo que implica que de ciertas cosas no se puede hablar”, ha insistido en que el delincuente sexual que no se rehabilita no debe salir nunca de la cárcel”.

VOX no es un obstaculo pero tampoco un felpudo. Ciudadanos ningunea a VOX, para situarse él en el centro”. Rivera: "Habla de cordones sanitarios contra VOX mientras se ha hecho fotos con Puigdemont".