Epístola a los monroyegos. Yo repito lo que otros hablan. Y creedme si digo que a veces repito lo que no deseo. Yo soy un pájaro parlanchín. Mis movimientos son claros, diafanos como una ventana abierta. Yo critíco cuando otros critican, y adulo cuando otros adulan. Yo soy un loro. Monroy no es un país tropical, es un país de clima mediterraneo seco. Las precipitaciones son escasas, cada vez mas débiles con esto del cambio climático. En Invierno hiela, pero tampoco tanto como antaño. En Monroy gobierna la sinrazón hace mucho tiempo. Pero yo soy un loro- los loros repiten lo que oyen-. Monroy duerme un sueño que voluntariamente deseó. Monroy necesita el suspiro de un hada mágica que clame a los siete niveles, que grite: ¡LEVÁNTATE!. Levántate y coge esas muletas fruto de lesiones que te hicieron unos desalmados. Pero yo soy un loro, y los loros repiten. Ninguna sociedad sin juventud progresa y perdura. No dejéis que ahoguen a nuestra juventud, a la semilla del futuro. Ellos son Monroy y lo llevan impreso. Pero yo soy un loro, y repito lo que otros claman y sufren en silencio. (Un loro) |