Ibahernando - Caceres

Los banqueros se dedicaron a especular con nuestro dinero. A crear productos financieros ficticios. Se asignaron comisiones y sueldos multimillonarios. Hasta que la burbuja estalló. Entonces fueron los estados quienes tuvieron que salir en su ayuda y poner todo el dinero que de la noche a la mañana se había esfumado. A estos tiburones de las finanzas no hubo quien les metiera mano.

Los negociantes del ladrillo y del suelo inflaron el precio de las vivienda y en poco tiempo llenaron sus bolsillos que no el de sus empresas y el bolsillo de políticos de medio pelo de uno y otro lado. Cuando la burbuja inmobiliaria estalló, cerraron el chiringuito y despidieron a sus trabajadores con dos duros de indemnización. Ellos ya se habían forrado y tenían su dinero a buen recaudo. Sus empresas estaban descapitalizadas y no soportaron ni un año de vacas flacas. A estos negociantes del ladrillo tampoco hubo quien les metiera mano.

Miles de jóvenes abandonaron prematuramente sus estudios y su formación profesional para dedicarse a ganar dinero en la construcción o en empresas ligadas al ladrillo. Con 18 años, molaba tener coche y dinero fresco para gastar el fin de semana ¿para qué estar en el instituto o en la formación profesional? Ahora están en la calle, en el mejor de los casos con el desempleo o el subsidio de paro. ¿Quién les contratará ahora? ¿Qué saben hacer?

La administración española en vez de descentralizar el Estado lo ha multiplicado por tres. Así nos encontramos con una administración del Estado y sus correspondientes delegaciones provinciales, la administración autonómica y sus también correspondientes delegaciones, las diputaciones provinciales, los ayuntamientos. Y en cada una de ellas, asesores nombrados a dedo por el correspondiente politiquillo de turno, con un sueldo de no te menees y sin pegar un palo al agua. A estos advenedizos del poder político tampoco hay quién les meta mano.

Mientras, los maestros, policías, guardia civil, enfermeras, médicos y otros currantes de la administración han visto como sus sueldos apenas subía el IPC en estos años de bonanza económica. A estos funcionarios si se les puede meter mano. Es fácil, basta sacar un decreto que imponga una bajada de sueldo y listo. Olvidamos que son los maestros los que cuidan de nuestros hijos en la guardería, los que les enseñan en el colegio o en el instituto; son los policías o guardia civiles los que cuidan de nuestra seguridad; son los médicos y enfermeras quien soluciona nuestros problemas de salud.

Los empresarios están representados por un señor con sus empresas en quiebra. Y todavía se permite el lujo de decir cómo hay que salir de la crisis.

Los trabajadores están representados por unos dirigentes sindicales que ya no se acuerdan de cuando fue la última vez que trabajaron en una empresa. Viven del sindicalismo y de las subvenciones de la administración.

Nuestros representantes políticos se ocupan en tapar a sus sinvergüenzas; en vez de proponer soluciones a los problemas lo que hacen es crear más problemas.

Si a estas alturas del partido estamos esperando que sea Zapatero o Rajoy los que nos van a sacar de la crisis vamos listos. Saldremos de esta situación con el esfuerzo de todos los trabajadores, públicos, privados y autónomos. Como siempre. Nosotros somos el país.

A grosso modo, has estado "coj0nudo-a". Buena sintetización. Te ha faltado ser más incisivo e hiriente. --POPEA debiste llamarte--

Tiempo tendremos para lamentar estos siete años de langostas intoxicadas por su ideología sectaria vestidas de gobernantes.
Un beso

Este PSOE está en el poder gracias a los miserables, los mismos que ahora tienen que pagar el pato de su incompetencia. jajajaja. "La sarna con gusto no pica".