Granada, ¡oh Granada, tierra soñada por mi!, ¡Calla 05tias! que eso es otro tipo de Granada.
¡Granada!,…. hundo la puntita en tu piel fuerte y rugosa, no por curtida y anciana, si no por desnudar con ambicioso deseo tu interior escondido, hundo la puntita y haciendo un circulo medido, te libero de la corona inhiesta fiel testigo de tu reinado en mis deseos pueriles, rebano el cogollo (o como quiera que se llame), despojándote de él, asomo con presteza mis ojos por ver si hubo suerte y tus sanguíneas perlas, sanguíneos manjares anuncian, hundo la puntita y con experimentada habilidad hago dos círculos alrededor de tu cuerpo duro y esbelto, hiriéndote de muerte y saboreando el deleite que mis ojos adivinan, hundo la puntita (la puntita del cuchillo que es que ya lo he dicho varias veces y lo mismo alguno se cree que mi amor por las granadas va más allá de lo razonable) hundo la puntita del cuchillo y separo el otro cogollo, luego con mis músculos tensionados hago medida fuerza para separarte en dos mitades y a continuación convertirte en cuatro, descubiertas tus cartas, júbilo experimenta mi alma al ver cumplido mi deseo y tu interior rojo y brillante lleno de rubíes hallo.
Descubierto el color rojo de tus lagrimas bermellonas, acerco mis labios a tan prometedor manjar y con cuidado extremo tiro de ellas con los dientes delanteros a la vez que mis labios protegen cada uno de tus granos e impiden que huyan saltarines y juguetones allá donde no pueda verlos hasta el momento en que sean pisados (por que inevitablemente serán pisados para disgusto del manipulador de la fregona) .
Retiro con sumo cuidado el pellejito protector y amargo que envuelve tu preciado tesoro y que si por un descuido involuntario ingerido fuera echa a perder tan placentero gozo.
Amigos intentan convencerme , más en conseguirlo hierran pues intentan ufanos instruirme en que lo mejor sería coger todos los granos y comerlos sin la bonita liturgia por mi descrita, más no tienen éxito y si quieren continuar razón, habrán de dar a este humilde servidor margen de equivocación, pues ante una granada partida en cuatro trozos rojos y brillantes, amalgamados sus granos y gritando a los cuatro vientos ¡Comeme, comeme! Este mortal que estas líneas escribe no puede evitar coger precipitadamente uno de sus gajos e iniciar con premura su natural goce.
Así es como ven mis ojos este bonito fruto otoñal en el otoño de mi vida, desde tiempo inmemorial unido a mí, desde el dia de mi nacimiento, por estar unido desde siempre su afloramiento a los mercados con el dia de mi venida al mundo y por tanto unido su consumo a días de alegría y cariño en que mi madre siempre atenta y obsequiosa, sabedora de mi amor superlativo por esta joya de fruto me regalaba de él siempre que tenia ocasión, ignorante de si proteínas, lípidos, hidratos o demás elementos nutritivos eran beneficiosos pues ver a un vástago (¿esta palabra es mezcla de vasto y de vago?, bueno es igual) para ver a un vástavago, decía, pasar un rato divertido ratoneando entre granitos de granada cual si fuera joyero engarzando rubíes en coronas de oro.
Bueno después del festival gozoso queda lo de la fregona… e inevitablemente el comentario mil veces repetido: Jamás hubo hombre sobre la tierra, ni mujer que le acompañara que tuviera a bien comer granada otoñal sin que de sus manos un mínimo grano cayera. Así es que levantándose uno a por el singular instrumento; inevitable es pisar algún grano y lamentar seguidamente que en vez de en el suelo no haya caído en nuestras manos.
Aquí acaban mis loas a tan singular fruto de otoño que mi amigo CERROJA, pues como tal considero al insigne aficionado a la fotografía taurina y culinaria (por comida, no por…culi) se digna mostrarnos en este instante mágico, quizás demasiado cercano el objetivo , pues nos priva de ver en toda su magnitud la belleza de la cesta y lo acertado del paño que las protegen, más no hay peros que valgan que ande este un Granada que se quite un Pero, perdón una pera.
Ya, ya lo sé de los membrillos no he dicho nada, pero no sé si son zamboas, membrillos o MIEMBRILLO que ha de ser miembro pequeño y que seguramente no tiene nada que ver con este fruto amarillo y duro de hincar el diente, bueno, ya si eso… otro dia.
Que tengan un buen fin de semana.
perolo-perolo.blogspot.com