Aldeanueva de la Vera - Caceres

En realidad todos los españoles somos un poco El Tío la Vara, ese justiciero popular y a lo bestia creado por el humorista José Mota. Todos llevamos dentro un juez de paz y un policía vengador. Somos Torrentes, pero más distinguidos. El lector Peasopan aconseja ser El Tío la Vara mejor que disponer de una varita mágica.
Yo lo primero que haría sería saltar a Francia y deslomar a Sarkozy por sus aviesas declaraciones en contra de España, dejándolo como al jorobado de Notre Dame.
También le atizaría unos cuantos varazos al entrenador de fútbol Javier Clemente, que se cree con derecho infinito de lengua para el insulto a periodistas.
No se escaparía de una doble tunda el ministro Guindos, una por anunciar con su fino rostro que la culpable de la subida de la prima de riesgo es Europa y no Rajoy, cuando pocos meses ha decía que la causa de esa subida era Zapatero y no Europa. Y otra, breándolo a golpes por anunciar que los próximos recortes serán en Sanidad y Educación, los dos elementos brújula de la decencia política.
Le daría un varazo fuerte y seco a Rajoy por la amnistía fiscal concedida a defraudadores, desmoralizadora para los ciudadanos honestos. La derecha le perdona todo a los suyos.
Descargaría mis iras representadas en la flexible dureza de de mi vara sobre todo aquel que desahuciara por una hipoteca de una vivienda que el hipotecado trabajador no pueda pagar por haberse quedado sin trabajo.
Le daría la vara a Rubalcaba por dar la vara prometiendo ahora todo lo que antes no hicieron hasta que explicase de rodillas y tapándose de los varazos por qué ahora hay que creer sus promesas.
Varazo que te crió y repetido a Sánchez Gordillo por intentar el boicot al acuerdo andaluz entre PSOE e IU, y por creer que gobernar en Marinaleda es lo mismo que gobernar en una Comunidad Autónoma tan complicada.
Agitaría la vara a mil para correr ininterrumpidamente a todos los banqueros del país hasta expulsarlos o dejarlos con el salario mínimo de 641 euros.
Varearía al impío obispo de Alcalá de Henares hasta que lo inhabilitasen.
Haría una rueda de varapalos con un lote de los ministros retrógrados Gallardón, Wert, Montoro, Fernández el de la policía. Y añadiría al lote a la penitente y costalera Cospedal.
¡Qué menos que sobarle la vara a Urdangarin por su extraña conducta! Y a Camps, a Barberá, reyes del dispendio, a Esperanza Aguirre, reina de las privatizaciones encubiertas.
Con una traca final de vareo para Rajoy en plena plaza pública por lo de la confianza que iba a generar con su sola llegada. Y por la Reforma laboral. Y por el aborto. Y por …, hasta que sollozando pidiese perdón a gritos por todo lo que nos mintió y por el daño que nos está haciendo.
Me liaría por último a furiosos golpes hasta casi romper la vara contra la historia deformada, contra las tradiciones, contra las cadenas, contra los prejuicios, contra los oscurantismos, contra la educación, y contra cuantas cosas han hecho que todos nos hayamos convertido en un poco Tíos la Vara.

Como se nota que lees Publico,yo también

pues ya somos dos,en los tiempos que corren no está mal.