Poesia."Recuerdos de mi pueblo" Queridas-os, foreras-os, todas-os: Hace unos días estuve en el pueblo y llego hasta mis manos una poesia escrita por un hijo de Alcollarin, que como muchos otros, un día dejo su pueblo pero que aun sigue recordandolo. Me pedieron que hiciese llegar estos versos a todos vosotros a traves de este foro y así lo voy hacer. El autor es Pedro Paz Rodriguez que nacio en Alcollarin el día 23 de enero del año 1945. Espero que os guste y que disfruteis con su lectura. RECUERDOS DE MI PUEBLO Soy de un pueblo de Extremadura, de la provincia de Cáceres, de tierra extrema y dura y de personajes audaces. Mi pueblo se llama Alcollarin, Santa Catalina es su patrona, yo nací allí, ayudado por una matrona. No conocí a mi abuelo, pero si a Ana, mi abuela, a mis tios Floria y Manolo y a mi tia Adela. Mis padres están enterrados donde mi madre al mundo viniera, el pueblo por mi admirado donde yo tambien naciera. No sé, si en el pueblo se establecio, el hermano de Francisco Pizarro, pero mi familia de éstos descendió porque mi abuela se llamó, Ana Maria Pizarro. El pueblo de Alcollarin, se situa entre Miajadas y Zorita y para los que hemos nacido alli, es nuestra población favorita. Yo conoci a mi pueblo sin agua corriente, y teniamos que ir al estercolero para vaciar el vientre. El agua a cantaros la traia la gente, o tambien en calderos, desde el pozo que habia en el puente salvando así el atolladero. Entonces se utilizaba el candil para iluminarse, y el brasero se usaba para poder calentarse. Tambien disponiamos de bodega donde se pisaba la uva, y de manera estratega se colocaban las cubas. Disponíamos de pocilga donde se engorda al cerdo, lavándolos para evitar bichos y pulgas como tengo en mi recuerdo. Tambien habia un doblao donde se guardaban los cereales y legumbres, en el que entrabas y permanecias doblao y salias con dolor de piernas de no tener costumbre. La casa tenia un pajar para guardar el heno y la paja al que por una escalera se ascendia desde el patio en planta baja. No faltaba el corral-estercolero, donde las gallinas vegetaban sirviendolas de merendero porque para ellas la comida abundaba. Las cuadras con sus aparejos ecuestres donde se situan las caballerizas, con sus respectivos pesebres al lado de la porqueriza. Parte del corral estaba ocupado por un yunque y una fragua, donde muchos trabajos se habian realizado: arados, calderas y templando con agua. Algunas tardes veia pasar al monaguillo y señor cura, tocando la campanilla sin parar para dar la extremaución, a quien no tiene cura. Tenia una finca mi abuela pegando al propio rio, con cinco hermosas higueras de donde muchos higos he comio. Dos dias a la semana y por la mañana por las calles pasaba el concejero, con una cornetilla pequeña para llevarse a comer bellotas a los cerdos. Me acuerdo del Tio Diego y su tienda que vendia ded todo, iba muchas veces ciego atraido por su peculiar olor a todo. He bailado en mis tiempos mozos en la casa de Tio Mario, las madres y abuelas llenas de gozo alrededor de la pista, haciendo juicios temerarios. Me encantaba participar en las matanzas y oir al cerdo chillar y màs tarde, de la carne sacar: jamón, chorizos, morcillas y costillar.
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