Alcollarín - Caceres

Cosiste en pagar una cantidad dineraria cada vez que se va al médico o a un centro hospitalario.

Medida discriminatoria que perjudica a las personas más desfavorecidas, con rentas más bajas, a las personas mayores que son las que tienen más enfermedades y a todo aquel que está realmente enfermo.

Podría ocasionar que muchas personas que lo necesitan no vayan al mecido cuando lo precisan. Por todo es una medida más a pensarla bien, antes de implantarla.

Hay quien piensa que es una alternativa para “garantizar la sostenibilidad" del Sistema Nacional de Salud. Es como, mínimo dudoso, todo lo que se implanta genera un gasto burocrático, a veces mayor, de las ganancias que genera el mismo.

Considero que se precisa antes un estudio exhaustivo que se valore cantidad y empleos en demasía. Las cosas no se solucionar siempre quitando medicamentos, bajándoles de precios o con el pago de usuarios que lo precisan.

Hemos pasado de ver al médico de cabecera por las calles de nuestros pueblos, aquel que curaba en las cabeceras de las camas del enfermos, a los centros de salud, ambulatorios y hospitales burocratizados, masificados actuales, que tienen semejanzas a oficinas, en lugar de a sitios de consuelo y de dolor.

Buenas tardes, sisonero:
Como buen experto en estos temas, tu análisis de la situación lo cosidero de lo más acertado.

Un cordial saludo.