mirando la calle Iba ayer por la tarde camino de mi casa y me ha sorprendido un autobús que anunciaba una revista cardiaca, un aunque se llama pronto y que parece que es la revista más leída del país. Garantizaba que en el debate autobusero de la existencia de Dios, los que sí existía era la Revista Pronto. LO IMPORTANTE ERA QUE SE COMPRASE ESA REVISTA. En cambio a mi me preocupa que sea tarde para otras cosas. Porque llega tarde la ayuda humanitaria. Tarde o nunca se cumplen los objetivos del milenio. Los niños mueren de neumonía, tuberculosis o malaria. En el primer mundo nos miramos el ombligo y tenemos el lujo de perder el tiempo en cuestiones superficiales. ¿Qué sigue pasando en Gaza?. Hablamos unos días de tema sy los damos carpetazo y volvemos a lo que nos distrae y no nos cuestiona. Imagino que será tarde para aquellos que esta noche fría duerman en las bocas del metro o las afueras de los bien resguardados cajeros automáticos. Los Banqueros ni se imaginan lo que es no tener techo. Es tarde para el hombre que llora en euna esquina porque le duelen los pies de recorrer calles y llarmar a peurtas buscando trabajo y ve que pasa otra semana. Es tarde para el joven que no halla futuro y el que se empeñó en una hipoteca y no puede salir del tunel... En nuestro país casi 4 millones de personas que no tienen trabajo hay muchas no llegan ni a mitad de mes y otros se aburren con su dinero y sus entretenimientos. SEGUIMOS LLEGANDO TARDE A LO IMPORTANTE
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