Ahigal - Caceres

Frente a tan irónico y lacónico comentario sobre algunos de los asistentes que acuden a la iglesia a actos religiosos, me pregunto qué pensará el Buen Pastor sobre este peculiar rebaño.

No sé (ni me importa) con qué devoción ocupan los bancos, los que se sientan en lugares privilegiados. Tampoco me importa con la devoción que acude el que fiscaliza, contabiliza y hasta analiza (por lo que se puede deducir de su escrito) los gestos de esos fieles a los que al parecer, se les deleita el oído y a los que una parte de su anatomía corporal, al parecer también termina delatándolos.

¿Se llevó el viento los consejos que de pequeños nos repetían hasta el aburrimiento, que a la iglesia se va con humildad a escuchar la Palabra de Dios?

¡ Ay, ay del que ve solo la paja en el ojo ajeno !

Saludos

cuanta razon tienes, safardi, y cuanto hipocrita admirando un retablo que con tanto afan lograron su restauracion, y cuánto olvido de las ruinas imperceptibles para algunos que tambien necesitan un arreglo