Acebo - Caceres

Un saludo para todos.

Estas en todo los sitios.

Ya me gustaría, ya.

Buenas tardes, paisano. Un saludo.

Buenos días, Adrián.

"...Así surges del agua clarísima,
y tus largos cabellos son del mar todavía...

Y sus dulces labios rojos en estos labios míos
ardieron como fuego de rubíes engarzados
en el móvil candil de la capilla grana
o en sangrantes heridas de granadas,
o en el corazón del loto anegado
en la sangre vertida del vino rojo.

Escribo, escribo, escribo
y no conduzco a nada, a nadie.
Las palabras se espantan de mí
como palomas, sordamente crepitan,
arraigan en su terrón oscuro,
se prevalecen con escrúpulo fino
del innegable escándalo:
por sobre la imprecisa escrita sombra
me importa mas amarte.

Prefiero una buena dentellada.

El Lagarto del Pantano.

Buenas noches. No te falta razón, aunque quiero añadir un matiz con el que puedes no estar de acuerdo: Los padres no pueden ser amigos de sus hijos sino padres, que ya es bastante, porque es para toda la vida; y tengan nuestros hijos los amigos que quieran.
Un cordial saludo, Leonor.