Salazar - Burgos

"Al pié de una blasonada noble casa ubicada en torno al centro de la devenida villa, encuéntrase aun hoy en día restos de abrevadero donde los mustélidos supervivientes se deleitaban con el riojano zumo hasta allí llevado por depravado judío del pueblo de al lado, y a la par que su panza llenaban con semenjante néctar, vaciaban la poca fortuna con que Dios había regalado por lo general el intelecto del común vecindario. Más si en esto era hubiera comulgado un ciego, un ojo habría apostado por afirmar que de no más fortuna gozaban en lo referente a la caridad cristiana, de la que hacían gala una vez habianse aprovechado por cualquier arte de los bienes ajenos, y aquélla alcanzaba solo en lo referente a una décima parte de éstos y era ejercida en pública subasta. A pesar de ello, bien podría decirse que los citados mustélidos eran bien avenidos, no pudiéndose contar de tales mañas grandes desgracias, salvo alguna que otra ofensa verbal (deo gratiae pues a él debe agradecerle alguno que le haya dotado con la lengua y todos que no le haya alcanzado a leer ni escribir en lo necesario) y contados mamporros. Sorprendía en los vecinos pueblos que en tales circunstancias los combatientes no hicieran el debido uso del recuerdo de sus respectivas madres, práctica y uso común en toda la Arcadia, más ello se debía a la cierta dificultad que en ello habían, de ensalzar a aquella sin afectar la loa a la esposa de su padre. La poca producción gestas bélicas en tal época no deja de ser un hecho extraordinario, habida cuenta de la empeño con que los lugareños ensayaban y perfeccionaban el ejercicio de su profesión de agentes de cambio y bolsa.
Pues bien, en tal lugar, como digo, abundan los intentos por restablecer tales artes ya casi extintas, que a Dios y todos nuestros hermanos rogamos no fructifiquen, que buena ocasión se presenta dado que los ciegos volviéronse tuertos, mustélidos en reptantes, y la edad rebaja la soberbia, el egoismo y la maldad conforme rebaja el resto de la vida. Y, si no fuera ello abusar, otro sí rogaríamos al altísimo que las repoblaciones recientes de villanos llegados o retornados a la villa no alteren en lo fundamental su honrada historia, y se apliquen por su pronta integración y la perfección de los saberes en la gratuita adquisición de los haberes ajenos. Maestros han de encontrar, sin proponérselo, en tal menester. Dese por seguro que, antes de el Robladillo peine encinas, en breve, ni la más trabajada comadrona podrá distinguir si quien por La Calzada trepa fue Igüedo de abrevadero o de Credo"
De al lado de la Arcadia, Volumen II (adenda primera)