La Revilla y Ahedo - Burgos

:

ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Silogismo

Álvarez-Cascos afirmó, cuando la trama de los GAL, que "Garzón somos todos". Ahora Rajoy dice que "Garzón es socialista". Luego, ¡todos somos socialistas! ¿También Fraga? y ¿Aguirre? y ¿Aznar? ¡Yo no me lo creo.

Ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Me gusta la retranca de quien la escribe. Y ahora vamos a lo importante. Veo que tu también usas cierta retranca al hablar de nuestra pírrica victoria del sábado en la Catedral. Me parece que tu mismo sabes como se las gastan allí esos “once españoles” que saltan al campo con la camiseta rojiblanca. Cuando es un equipo de los considerados grandes de nuestra liga quien se enfrenta a ellos, tratan de acogotarle desde el minuto uno, recuerda los casos de Schuster o de Maradona, que sufristeis en vuestras propias carnes, cuando aquel angelito que era Goico los trató con todo el cariño que era capaz de dispensar. Y las cosas no han cambiado mucho. Saltan al campo dispuestos a calentar las tibias y tobillos del contrario como forma de ablandar su resistencia y voluntad, y si el árbitro pone trabas a su labor de acoso y derribo saltan con eso de “así gana el Madrid”. Lo de siempre, pero el único equipo que jugó a eso que se llama fútbol fue el que iba vestido de blanco, por lo que no es extraño que ganara. Lo que sí fue extraño es que sólo expulsara a uno del Atlethic, alguno más debió irse a la caseta antes de tiempo.

Yeste es un gran jugador, de enorme clase, que si tuviera un cerebro en sintonía con su buen hacer futbolístico, llevaría ya varios años en algún equipo de campanillas. Pero como el chaval no se distingue por su templanza, ni por su abundancia de neuronas, a veces la caga. Y el sábado fue una de esas veces, porque no se puede comparar, por mucho que quieras, lo que ocurrió hace unas jornadas con Iniesta, con lo que ocurrió esta última. El amigo Yeste viene en carrera, empuja con las dos manos y con fuerza a Casillas, derribándolo, y no cabe otra que la expulsión, se pongan como se pongan todos los antimadridistas del universo. Otra cosa es la reacción de Iker, impropia de él, llevándose las manos a la cara, cuando el golpe había sido en el pecho. Tuvo esta jornada dos cagadas que nunca suele cometer, esta y la del segundo gol. La del gol demuestra que es humano, pero la del cuento es imperdonable, y creo que está arrepentido. De todas formas, siempre ha sido un ejemplo de deportividad, por lo que aún tiene crédito suficiente para que le perdonemos errores como ese. Pero que no se repita. Esas cosas se quedan para cuentistas profesionales como Dani Alves.

En cuanto al Chándal, no te preocupes por él, que no lo necesitaremos ni tu ni yo, que la liga la ganaremos en la última jornada, como hace dos años, para dar más emoción.

Bnb