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CiU montó un sistema 'cliental' con constructoras familiares catalanas
Jordi Sacristán | 29/10/2009 - 8:14
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Los dos antiguos altos cargos de CiU detenidos por orden del juez Baltasar Garzón, Luís Prenafeta y Macià Alavedra, fueron los creadores de una red clientelar entre el Gobierno de la Generalitat, que presidía Jordi Pujol, y las empresas adjudicatarias de contratos y concesiones otorgadas por la administración catalana, principalmente constructoras de capital familiar catalán.

Prenafeta fue la mano derecha de Jordi Pujol entre 1980 y 1990, y él mismo, el día que dimitió, se autocalificó de "cocinero del presidente de la Generalitat". Uno de los platos que cocinó fue una red de empresas afines al régimen pujolista que eran premiadas con contratos y adjudicaciones públicas a cambio de su fidelidad.
Financiación y compra de terrenos

Constructoras y concesionarias, como Copisa, Agbar, Comsa, Emte, Proinosa o Rubau, y promotoras inmobiliarias como Espais o Baqueira-Beret, entre otras muchas, entraron en este juego de favores.

Algunas de ellas han aparecido recientemente como financiadoras de la Fundación Trias Fargas, una entidad ligada a Convergència. En esta labor, a Prenafeta le ayudó Macià Alavedra, mano izquierda de Jordi Pujol, que fue consejero de Industria entre 1987 y 1989, para luego pasar a ocupar el cargo de consejero de Economía hasta el año 1997.

El caso más conocido de tráfico de influencias de Alavedra fue el que mantuvo con el financiero catalán Javier de la Rosa en la compra de los terrenos y construcción del actual parque temático Port.

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