Santa Coloma de Gramenet - Barcelona

Santa Coloma de la expropiación

SERGI DORIA
Martes , 10-11-09
EN sus «Memorias», lectura imprescindible del siglo XX, Josep Maria de Sagarra evoca veraneos rurales en la finca familiar de Santa Coloma de Gramenet. La casa del siglo XVIII presidía «aquell petit món vegetal, animal i humà voltat dels conreus i dels canyars i les salzeredes que guanyaven espai a la sorra del Besós, fou durant una colla d´anys la pedrera moral i po_tica, d´on jo vaig extreure material per a construir personalíssims castells imaginatius, en les hores d´infància i adolesc_ncia». Cuando redactaba estas líneas, años cincuenta, Santa Coloma mutaba en «una mena de suburbi babilònic, on amb penes i treballs es pot descubrir la reminisc_ncia de les moltes gràcies que tenia a començaments d´aquest segle...»
Eran los tiempos de la segunda gran migración (la primera fue con la Exposición del 29). La demanda social de vivienda coincidía con una economía basada en la especulación del suelo. En 1953 vio la luz el Plan Comarcal de Ordenación urbana de Barcelona. Redactado por el arquitecto Josep Soteras, pretendía ordenar la ciudad y sus 26 municipios colindantes. La intención era buena pero... más de cuarenta planes parciales hicieron del Plan comarcal papel mojado: en lugar de desarrollarlo, los planes parciales lo ajustaban a intereses particulares, variando calificaciones, volumen edificable y altura de edificios. En 1970 había desaparecido una tercera parte de los espacios verdes y equipamientos deportivos previstos en el Plan Comarcal.
Eran los tiempos del porciolismo y los excesos inmobiliarios del franquismo a los que plantaron cara unas asociaciones de vecinos incansables y reivindicativas. En 1979, con los ayuntamientos democráticos, aquel movimiento de base confió en los dirigentes de los partidos. Las mayorías absolutas en municipios de izquierdas como Santa Coloma llevaron a la prepotencia. Nos cuentan el caso de Can Zam. Las últimas casas rurales iban a ser expropiadas por el equipo de Bartomeu Muñoz para construir pisos y ampliar el parque. A una familia que lleva medio siglo viviendo en una de esas «casetes amb hortet» -el sueño de Macià- se le citaba para la expropiación y se le ofrecía un máximo de 280.000 euros por una vivienda que en el mercado libre cuesta cuatro veces más; la otra opción es la permuta por un piso de protección oficial que no podrá venderse ni heredarse en 15 años.
Bartomeu Muñoz -alcalde socialista con domicilio en el Turó Park- prefería el populismo barato -libros escolares gratis- que escuchar a las víctimas de su voracidad urbanística. Cosas de tener mayoría absoluta y una ideología que se presenta al elector libre de pecado. Su imputación por corrupción en el «caso Pretoria» ha frenado el proceso expropiatorio. De momento. Convendría reactivar el movimiento vecinal antes de que la corrupción municipal arruine la democracia.

https://ww.abc.es/20091110/catalunya-catalunya/santa-coloma-expropiacion-20091110.html