Mataró - Barcelona

Loas nacionalismos son reminiscencias del sentir tribal.Una de las componentes de las tribus es su lengua, y cuando la tribu piensa que su lengua puede desaparecer, sus talibanes se alarman y ponen en marcha soluciones para evitar que la tribu se vea diluida en la sociedad que es diluyente.
Cataluña interesadamente ha caminado junto a sus vecinos del oeste, ha comerciado con ellos interiorizó el castellano para que el comercio le fuera mas propicio, sobre todo en América, territorio que en principio sólo fue colonizado por Castilla y vedado a los catalanes.Con el paso del tiempo las rutas comerciales se abrieron al comercio catalán y ahí comenzó el suplicio de la lengua catalana.
Los castellano-parlantes que viven en Cataluña deben de conocer el catalán pero al mismo tiempo tiene el deber de defender el español y conocerlo como lengua necesaria para entendernos todos.
Las tribus son muy peligrosas, sus enfrentamientos son tan cruentos como frecuentes.Seamos sensatos, inmersión lingüística si, pero en los dos idiomas que poseemos: catalán y castellano o español.
¡Viva Cataluña libre de movimientos tribales!

Hay que tener cara dura, estos sediciosos son el colmo de la desvergüenza. Si alguien debe dimitir son Mas y ese impresentable del duran y lerida. A ver si tiene decencia y devuelve el pasaporte diplomático ESPAÑOL del que disfruta. Y esto lo dicen quienes han prohibido el español en Cataluña, , donde exigen el dominio del catalán para poder trabajar (discriminación ilegal) y donde la norma es la injuria a España. Si amenazan con "ser contundentes" (¿con qué, con el palo?) habría que darles algo de su propia medicina, y no es otra cosa que aplicar la Ley y ponerlos a disposición judicial.

Lo que pasa aquí es que quien manda es el PUC, o sea Partido Unico Catalanista, y todos los medios públicos bailan al mismo compás. Recordad el "Editorial conjunto" de toda la prensa catalana hace poco tiempo. Y ahora en el asunto de la inmersión lingüística todos los sectores públicos salen a defenderlo, desde el Barça y el payaso de Messi (que hace un tiempo tuvo que mandar a su hermanita a Argentina porque la inmersión la ponía enferma) hasta parte de la iglesia catalana, como Martinez Sistach y sus obispos auxiliares. Esto se parece cada vez más a una dictadura populista. Propongo un método de defensa del español, consistente en no hablar ni una sola palabra en catalán, siempre en español, y por supuesto no comprar ni una sola publicación en catalán. Si ellos nos atacan con todo descaro, en nuestras manos está la defensa activa de nuestro idioma, que le da cien mil vueltas al suyo.
Boicot total a la prensa y los libros en catalán.