L'Hospitalet de Llobregat - Barcelona

Tú pitarás muchacho, tú pitarás. O lo que es igual, pagando hasta San Pedro canta.

Son dichos que ya te enseñan desde chico pero a los que no les da mucha importancia hasta que te das de bruces con la más cruda,( y sórdida) de las realidades.

Los tienen muy asimilados jueces y juezas , empresarios, policías, tesoreros, y secretarios, políticos, banqueros, contratistas de obras y presidentes de grandes clubes de fútbol y demás mamíferos superiores . Todos hombres y mujeres muy fisnas unas y muy guapos otros con las iniciales de sus nombres y apellidos bordadas con hilo de oro en la pechera de sus camisas de seda fina, porque llevan ya muchos años siendo untados por el sistema o untándolo al objeto, de que este, el sistema, fuera generoso con ellos a costa del bolsillo del indefenso contribuyente. Que paga a escote unas obras públicas que le salen muy caras cuando sólo paga el doble de lo que valen o carísimas cuando salen por el triple o más de lo presupuestado en principio. Y es que engrasar tantas poleas de transmisión es un empezar y no acabar nunca.

Ahora ya somos capaces de entender que si el latrocinio es moderado, todo lo que se presupuesta con cargo a los presupuestos públicos, acaba costando el doble y triple, cuando a los gestores municipales, comunales o nacionales, se les va la mano.
Por eso, esto no lo aguanta ningún sistema impositivo aunque nos achicharren a impuestazo limpio y, si encima, nos meten las cabras en el corral con una crisis que empieza en la muy rica América de Obama y su ola se expande como un tsunami por toda Europa (en España no, aquí toda la culpa es de Zapatero, como el Dios de Rouco y la virgen del Rosio manda) y parte de otros extranjeros y encima, los gobernantes, esos seres inefables que no dan ni una a derechas, lo quieren arreglar todo a base de apretarnos las tuercas a los desfavorecidos y asalariados que estamos bajo su control cada día un poco más, pues miel sobre hojuelas porque, no solamente nos dejan anémicos sino, además, de mala leche.

Y es que, creámoslo o no, vivimos en un País de los que tienen los tributos más altos de toda Europa sólo por décimas detrás de Suecia pero con unos servicios públicos que, en comparación con los que tienen los suecos se parecen como una chabola a un rascacielos. Sin contar la soldada base que ya es de risa y, no obstante , nos exprimen más que nunca y nos devuelven cada día menos.
Vivimos en un País que en vez de perseguir el fraude y la evasión fiscal, se hacen leyes para amnistiar a los ladrones y demás delincuentes de guante blanco y a los traficantes de drogas a gran escala en posesión de flotas de naves acúaticas y aéreas que, se pasean los fines de semana por los bancos de Suiza donde toman un cafetito con sus directores mientras, para la plebe y sus lacayos, se hacen durísimas leyes que castigan a los parados de larga duración que cobran cuatrocientos euros al mes porque, están haciendo horas extra en los albañiles para obtener un sobresueldo que aunque mísero, le permita pagar el agua, la luz que el ministro Soria y sus eléctricos han puesto por las nubes, y los gastos de escalera donde siempre hay un chiripitulis empeñado en hacer obras con el dinero de todos los vecinos.

Quizá es por eso, que el hereu madrileño de la Aguirre, marquesa consorte ella, haya decido bajar los impuestos a la plebe, contradiciendo así la política engañabobos recaudatoria de este gobierno formado por PPodrido hacedores de leyes en beneficio exclusivo de una clase privilegiada que nada y flota en la mas obscena de las abundancias mientras arruina el mundo del trabajo y como consecuencia, a los trabajadores. A esos a los que durante el franquismo, se les llamó con total descaro, productores.

Claro que, este tipo, lo mismo que el bellotari, otro ventajista, juega con la ventaja de la capitalidad y las mayores inversiones del Estado además de que, la mayoría de las empresas tienen sus sedes sociales en Madrid aunque el trabajo y el producto lo tengan y obtengan en otras regiones, pero cotizan en allí.

Salustiana Borrica tú no pitas,tú lames traseros
de los adeptos al Gran Gurü Mars.