Cornellà de Llobregat - Barcelona

El Español en plena gresca

21:51 | 03 de noviembre, 2009 Julia Urgel.

La entidad niega que se prohiba entrar al estadio de Cornellá-El Prat con la enseña de España y pide que se acuda con el color blanquiazul. Ex futbolistas como Marañón y destacados peñistas se muestran preocupados por la polémica actual.

Barcelona."El Español juega en una liga española, es de España y de Cataluña y sus colores son el blanco y el azul. A lo que se tiene que dedicar es a jugar los partidos y a ganarlos” y el que se atreva a discrepar, se las tendrá que ver con Rafa Marañón, uno de los jugadores más importantes que ha tenido el Español, junto con Raúl Tamudo, que “no sale de su asombro” ante las noticias publicadas en LA GACETA sobre la catalanización del Español.
La polémica está servida. Ha llegado hasta directivos, socios, accionistas y peñas. Muchos dudan de que “Daniel Sánchez Llibre llegue a involucrar al Español en política”, pero nadie ignora que “haya un toque más nacionalista en el club”, afirma José María Gay, ex consejero del Español. Y eso se debe “a las adquisiciones políticas que han ido entrando en los últimos años”.
“Poco a poco se nacionaliza. El idioma oficial es el catalán, incluso la revista del club ya no se edita en castellano”, cuenta Carlos Stampa, presidente y fundador del Grupo Bonanova, la peña oficial de la Curva de Cornellá. “Critican al F.C. Barcelona por su radicalismo, pero esto es más de lo mismo”, añade. “Eso sí; nosotros nos hemos mantenido completamente al margen desde el principio. En nuestra peña está prohibida cualquier tipo de bandera que no sea blanquiazul. Ni españolas, ni catalanas, ni nada”, añade Stampa. “Es más, nuestra peña todavía tiene como símbolo el escudo antiguo del club y tampoco nos han dicho nada”.
Miembros del club se pusieron en contacto con este diario para negar cualquier persecución hacia la bandera española en el estadio de Cornellá-El Prat: “Nosotros sólo prohibimos la entrada a los violentos, que son los mismos de siempre. No queremos más banderas en el estadio que las blanquiazules. Somos un club complejo y tenemos que tener cuidado con provocar guerras sociales”.
Desde peñas como la Blanc-Blava del Mar de Mou, Gabriel Molina cuenta, en cambio, que no se puede utilizar el escudo antiguo del club y que “todas las banderas españolas que han retirado la mostraban”. No se han retirado en ningún momento, sin embargo, “las banderas esteladas”, afirma Juan Garriga, socio y accionista. “Y son las que deben prohibirse, junto con la española con el águila, porque no son ni legales”, afirma.
Y en manos de su presidente está. “Desde la plataforma Espanyol, Futuro y Tradición invitamos al club al diálogo. Daniel Sánchez Llibre ha hecho muchas cosas por el equipo y por los socios y lo va a entender”, afirma Juan Garriga. “El problema es de otros miembros como Joan Collet, el consejero delegado”, añade, “que es muy independentista, como otros tantos”.
“En el Español siempre ha habido de todo, socios de todos los tintes políticos”, afirma José María Gay. “Somos gente muy seny –típica expresión catalana que significa cuerdo– y siempre ha estado bien compensado”, cuenta. “Por eso también estoy tranquilo y no creo que llegue nunca al lado extremista del Barça”. De Sánchez Llibre dice que es “un buen presidente que trabaja en una línea de cordura y moderación” y que el catalanismo que hay “es sano”. Ya lo decía ayer a LA GACETA el abogado José María Fuster-Fabra: “No tiene sentido catalanizar el club porque no podemos ser más catalanes”.

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El gran problema no es conseguir que Cataluña siga en España. El gran problema es cómo España, o lo que va quedando, huye de Cataluña.