Arenys de Munt - Barcelona

Blanco ve «responsabilidad» en la improvisación económica de Zapatero

Las protestas por la crisis y el paro amargan la fiesta catalana del PSOE

La ausencia del presidente, la crisis y los discursos en defensa de la subida de impuestos apagan la fiesta.

21 Septiembre 09 - Barcelona - Montse Espanyol

La tradicional Fiesta de la Rosa, que ayer llegó a su XX edición, congregó en Gavà (Baix Llobregat) a 25.000 simpatizantes del PSC. Aunque a la gente se la veía menos animada que en otras ocasiones –se palpó la ausencia de José Luis Rodríguez Zapatero por segundo año consecutivo–, comer a precio de saldo y ver en persona al presidente de la Generalitat, José Montilla, y a tres ministros, Carme Chacón, Celestino Corbacho y José Blanco, es siempre motivo de alegría. Lástima que los políticos no se contagiaran de este entusiasmo.

Tanto Montilla como el ministro de Fomento, José Blanco, optaron por realizar un ejercicio de realismo político y ceñirse a las órdenes de Ferraz. El viernes, el PSOE llamaba a cerrar filas en torno a Zapatero, después de que aflorasen algunas voces críticas con su gestión de la crisis económica. Y ayer, Montilla y Blanco siguieron a pies juntillas el guión. Ambos defendieron con orgullo los planes de Zapatero de subir los impuestos.


La Cataluña real

Blanco proclamó que es necesario aumentar la presión fiscal para «garantizar las pensiones de las viudas, las becas y que el AVE llegue a Cataluña». Y Montilla animó a los presentes a explicar al resto de ciudadanos que los planes de Zapatero no son malos. Pero ni el ministro ni el presidente lograron mitigar el rechazo social. Una treintena de trabajadores de Nissan afectados por el ERE rompieron con sus gritos el hechizo del mitin. Con proclamas como «Zapatero embustero» o «Montilla, qué hiciste en Japón» intentaron boicotear la fiesta. Los Mossos d’Esquadra y los aplausos de los simpatizantes se lo impidieron.

Igual que en la Diada, la crisis y el desempleo se colaron en la fiesta. Antes de empezar con los mítines, un grupo de trabajadores afectados por el ERE de Roca y de La Seda conversaron con el ministro de Trabajo, José Corbacho, quien les aseguró que es consciente de su situación y que trabaja para buscar soluciones.

Una de las consabidas salidas del PSOE a la crisis económica es aumentar la presión fiscal. Blanco negó, pese a que el propio Zapatero lo reconociera el sábado, que el presidente improvise en política económica. «Hemos cogido el toro por los cuernos desde el primer momento», aseguró, para luego defender que la improvisación que se achaca a Zapatero es «responsabilidad». El ministro defendió que Zapatero «siempre dice la verdad, no como otros». Recordó que mientras Aznar ocultó que había mantenido contactos con ETA, el presidente lo anunció, del mismo modo que ahora anuncia que subirá los impuestos.

Blanco fue muy crítico con el PP. Afirmó que si fuera por ellos «de la crisis se saldría dejando mucha gente en la cuneta». Igual de dura fue la ministra de Defensa, Carme Chacón, quien acusó a Rajoy de venir a Cataluña –a aupar a Alicia Sánchez Camacho– «porque le han dicho que sin Cataluña no será presidente». Chacón aconsejó a Rajoy que si quiere demostrar que Cataluña le importa retire el recurso contra el Estatut de Cataluña que el PP presentó ante el Tribunal Constitucional.

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