Valverde de Leganés - Badajoz

YA TENEMOS AQUÍ LA CAMPAÑA ELECTORAL. ESTOY SEGURO QUE COMO YO, HAN HABIDO MILES, MILLONES DE VOCES QUE HEMOS PEDIDO QUE LAS FUERZAS PROGRESIVAS SE UNIESEN EN UNA SOLA LISTA, PERO NO HA PODIDO SER. HA PODIDO MÁS EL PERSONALISMO, LA POLTRONA O LA CEGUERA. GOLIAT Y SUS FILISTEOS SON MUY FUERTES Y NOS PRODUCEN MIEDO, Y POR DESGRACIA LOS DAVID SIGUEN PENSANDO QUE PARA VENCERLES BASTA CON UNA PIEDRA Y UNA HONDA, SIN DARSE CUENTA QUE DETRÁS DE ESE GOLIAT HOY OTROS GOLIATS, ESCONDIDOS EN LA OSCURIDAD, PERO MUY BIEN ARMADOS. ESPERO, DESEO, YA QUE LA LUCHA ES TAN DESIGUAL, QUE POR LO MENOS LOS PEQUEÑOS DAVID PLANTEN CARA, COMPRENDAN QUE SON MUCHOS MÁS Y NO SE CONFUNDAN DE ENEMIGO.

VICENTE BALLESTER GIL. 4 DE DICIEMBRE DE 2015

El síndrome de Estocolmo

"El síndrome de Estocolmo es una reacción psicológica en la que la víctima de un secuestro, violación o retención en contra de su voluntad, desarrolla una relación de complicidad y un fuerte vínculo afectivo"
Estoy cansado, muy cansado. Es tan decepcionante comprobar que hagan lo que hagan esa camarilla de seudos dictadores, caciques, corruptores y corruptos; esos personajes avariciosos, insensibles al dolor ajeno, represores, ineptos y soberbios, la gente, el pueblo llano les sigue defendiendo, apoyando y votando.

El que hayan cambiado todas las leyes que han querido a su gusto y convenencia, el que hayan recortado todos los derechos que se habían conseguido con la democracia, el que se hayan enriquecido a costa de las penurias de la mayoría, el que nos hayan empobrecido y endeudado por varias generaciones o el que hayan convertido la democracia en un mero instrumento privado, todo eso y más parece no importarnos: se les volverá a elegir.

¿Qué importa que nuestros jóvenes más preparados, nuestros hijos, hayan tenido que emigrar, o los que se han quedado estén en su gran mayoría en el paro?; ¿qué importan los miles y miles de familias que han sido desahuciadas, empujadas a la miseria y encima adeudadas de por vida ¿qué importa el aumento de los suicidios, abortos clandestinos y el desamparo de los niños?; ¿Que importa que tengamos un país en donde el 1% atesora la misma riqueza que el 90% restante, y encima, ese 1% se denominan patriotas a pesar de que se llevan el dinero a los paraísos fiscales e incluso amenazan con llevárselo todo fuera de España si no se vota a sus mandados?; ¿qué importa que tengamos un país con una tasa de paro de casi el 24%, paro que llega al 51% entre los menores de 25 años, y que más de la mitad de estos parados no perciben subsidio alguno?; ¿qué importa que tengamos un país que mientras los ricos se hacen cada vez más ricos y aumentan las ventas de los artículos de lujo, (por ejemplo: Lamborghines, 350% más, Maseratis, 530% más), el 36,3 de los niños sufre la pobreza infantil, solo superado por Grecia y Letonia?. Nada, parece como si no nos importara, seguiremos votándoles.

Lo mismo que parece no importarnos que tengamos un país en donde aún teniendo un trabajo no se puede llegar a fin de mes ni pagar los recibos de la luz, el agua, etc., mientras los sueldos de los directivos, consejeros, políticos y demás gente de bien suben y suben; o que tengamos un país donde la poca protección social que existe se ningunea o se quiere hacer desaparecer para convertirla en beneficencia o caridad.

Igualmente les seguiremos votando aunque tengamos un país en donde se desahucian a miles de familias mientras se rescata a los bancos con miles y miles de millones de euros y donde, por poner un ejemplo, a la duquesa de Alba con todo su patrimonio y todos sus palacios, a Rato, Barcenas y tantos otros, les salia su declaración a Hacienda a devolver.

¿Qué más da que sepamos que tenemos un país que obliga a nuestros mayores a hacerse cargo de sus hijos y nietos con sus ridículas pensiones, y encima nos cachondeamos de ellos diciendo que esas pensiones suben?; ¿qué más nos da que tengamos un país que derrocha ingentes cantidades del dinero público en obras faraónicas e inútiles, mientras no se invierte ni un duro en Investigación y empuja a nuestros investigadores mejor preparados a emigrar?, o que tenemos un país donde crujen a las clases medias o menos favorecidas a impuestos, mientras los ricos apenas pagan o donde la Iglesia, además de no pagar ni el Ibi y expropiar lo que le de la gana, recibe unas inmensas subvenciones.

Tenemos un país donde la Justicia no es igual para todos y está subordinada al poder político y económico, y nos da lo mismo Tenemos un país donde se quiere privatizar todo lo público que sea rentable y, por supuesto, la Sanidad y la Educación. ¿Y qué?

Tenemos un país que más de un año después de morir 15 inmigrantes, por querer venir a España, nadie, pero nadie se haya responsabilizado y aún menos, que nadie sea responsable de aquella tragedia, aparte de los mismos inmigrantes. Y encima se sigan haciendo las devoluciones en caliente e incluso lo hagan legal.Tenemos un país que antepone las ganancias de las farmaceúticas a la curación y la vida de unos enfermos, o se gastan un dineral en traerse a España el Ébola para aparentar lo buenos que son sus gobernantes, mientras por otro lado cierran hospitales que luchan contra el cancer infantil o provocan el colapso de las urgencias. Mientras no nos toque a nosotros, mejor mirar hacía otro lado.

Tenemos un país en donde la calefacción es un lujo, mientras ex presidentes, ex ministros y ex altos funcionarios cobran sueldos de lujo de las compañias eléctricas que ellos privatizaron.Tenemos en un país en donde no dimite nadie ni por mentir una y otra vez ante el Parlamento y que mientras aprueba toda las medidas de austericio que impone Europa y el FMI, amenaza al pueblo griego por haber votado democráticamente a Tsipras.

En fin, estamos en un país en donde la herencia recibida no la pueden criticar los gobernantes, porque es solo su herencia, la suya, ya que nadie más que ellos han gobernado. ¿Y qué?, vale más lo malo conocido que lo bueno por conocer, y además, si no les votamos igual nos mandan los tanques.

Decididamente, por mucho que hayan secuestrado nuestros derechos, violado nuestra democracia o retenido nuestras libertades, parece que les hemos tomado cariño bajo la influencia del síndrome de Estocolmo. O es eso, o es que somos un pueblo de masoquistas empedernidos.

Vicente Ballester Gil.



El beso pa'la yaya.


Un remuaaaaa