Torremayor - Badajoz

Hoy celebramos la Navidad. Posiblemente, con mayor o menor religiosidad, sea la fiesta más universalmente celebrada.

Por eso es una magnífica ocasión para reflexionar sobre alguno de los valores de nuestra sociedad. Jesucristo, cuyo nacimiento celebramos esta noche, dijo que todos somos hijos de Dios, es decir los hombres somos iguales y nadie es superior a otro; nadie tiene la obligación de arrodillarse ante otro. Por este motivo sorprende la actitud de algunos cuando leyendo el mensaje de Jesús, podemos considerarlo como un mensaje radical y profundo a favor de la igualdad, la dignidad y la solidaridad entre todos los hombres.

El hombre a lo largo de su vida, en un momento determinado, llega a ser consciente de que su destino en esta vida es la muerte y en ese momento ante la certeza de la muerte inevitable, el más prepotente, el más poderoso, el más rico… se sabe impotente, se sabe desnudo. Al final, todos somos pobres e insolventes.

Jesús predicó con su ejemplaridad una forma real del comportamiento humano que en la mayoría de nosotros es imposible realizar. Posiblemente nuestra condición humana impida acercarnos a un mínimo de comparación con El.

Para aquellos que intentamos seguir su ejemplo, con mayor o menor acierto, con la esperanza de un “volver a nacer” basándonos en la resurrección de Jesús, produce una cierta alegría que debe sobreponerse sobre todas las calamidades y tristezas, incluso en los momentos más trágicos, para convertir lo negativo en una confianza en que, pese a lo injusto de este mundo, Dios mantiene sus planes sobre el destino de los hombres hasta el final.

Saludos y de nuevo FELICES FIESTAS A TODOS

Que razon tienes Juan de tu vision de la vida y el comportamiento de los hombres en este mundo, Al principio de nuestras vidas somos pobres e insolventes y al final del trayecto volvermos a ser pobres e insolventes.Pero en ese trayecto ¿cual ha sido nuestro comportamiento?. Debemos reflexionar y a medida que vamos madurando nos debemos de dar cuenta que en muchas ocasiones nos hemos comportado como egoistas e insolidarios con nuestro mundo con nuestro entorno. Tal vez el dia final de nuestras vidas es cuando hagamos ese análisis y la verdad es que ya será tarde para nuestro juicio final. Pidamos a los jóvenes que han esta reflexion ahora que estan a tiempo para convertir nuestro mundo nuestas vidas de generaciones futuras alho mejor que la que nos ha tocado vivir a nosotros y nuestros antepasados.

Un voto por un mundo mejor, mas solidario y sin tantas diferencias econominas y sociales, así como las campañas bélicas terminen de una vez por todas.

Tambien voto porque la juventud aporenda de nuestras experiencias y las apliquen en su largo futuro

Saludos