Malcocinado - Badajoz

Estimados foreros, he necesitado dejar pasar varios días desde el sábado de romería para que estas palabras puedan ser una reflexión y no un cúmulo de palabras llenas de indignación que sólo se transformarían en graves insultos para un individuo, paisano vuestro que vive entre vosotros y que seguramente casi todos conocéis. Este personajillo, al que desde ahora llamaré Racista 100 %, según el mismo se definió, y del cual no voy a dar más datos, no por respeto a él, sino a sus hijos, en caso de tenerlos, y a sus familiares, pues este Racista 100 % fue el triste y patético protagonista de unos hechos que quiero hacer públicos. Después de un fantástico día de romería, al final de la tarde, cuando procedíamos a recoger los bártulos para marcharnos, aún estando distraída en dicha tarea, observo una situación extraña en los “romeros” que ocupaban la carpa contigua a la nuestra, y además empiezo a oír comentarios de indignación e impotencia entre los que se encontraban cerca o pasaban por allí y lo que ví es lo siguiente: un magrebí de los que pasean por la romería ofreciendo los artículos que todos conocéis se encontraba en esa carpa, hasta ahí todo normal, incluso a simple vista podría parecer el típico regateo que se le suele hacer a estos vendedores, pero observando un poco más detenidamente comienzo a ver lo anormal que era la forma en que este Racista 100 % lo estaba tratando: le grita preguntándole si tiene papeles (incluso, no puedo afirmarlo, me pareció que lo hacía móvil en mano), le acosa, le hostiga, lo sienta a empujones etc… mientras que una corte de cuatro “hombres”, esto es por decir algo, y varias mujeres, contemplaban el espectáculo, complacidos, muertos de risa, especialmente uno de ellos, pariente de Racista 100 %, al parecer. No pude escuchar lo que le decía pero si como el “moro”, que seguramente así le llamará el personajillo, se iba poniendo por momentos cada vez más pálido y con el rostro descompuesto. Finalmente y después de un buen rato, Racista 100 % lo dejó marcharse y con alborozo celebraba y alardeaba, es decir chuleaba de lo “macho” que era, con su corte de complacientes, mostrando el articulo que había conseguido sacarle al “moro”, no sé de que manera. A todos los que vimos estas escenas nos cortó el buen rollo del estupendo día disfrutado. Pero no transcurren cinco minutos cuando pasa otro magrebí ofreciendo artículos y se acerca a la carpa de estos individuos, lo primero que Racista 100 % hace es gritarle: “papeles, papeles...¿tienes papeles?” y repetir la misma conducta que tuvo con el primero. Y en ese momento no puedo reprimir ya tanta indignación ante tal atropello que me voy para Racista 100 % y le digo: ¿No cree que se está pasando con los chavales? Respételos como personas, como seres humanos que son. Y a los acompañantes les digo: hay que tener mucha sangre fría para quedarse impasible ante esta situación, que son personas.” Pues Racista 100 %, con su medalla de la Virgen de Guaditoca al pecho, se vuelve hacia mi y acosándome me grita que me vaya de allí, que aquel sitio es suyo, se refería a esos nueve metros cuadrados donde por un día instala su chiringuito, y gritando más aún repite: soy Racista, si, racista cien por cien. Ese fue su único argumento para justificar su conducta. Vuelvo a mi grupo y oigo como dice “esa va a volver al pueblo con la cabeza rota”. Afloró el machismo, una mujer se atrevía a llamarle la atención. Afortunadamente nadie de los hombres que estaban en mi grupo lo escucharon, ni yo dije nada por supuesto, porque la integridad y libertad de ellos vale más que la amenaza de un racista ebrio. A un tercer magrebí que se acercó a mí le alerté para que no se parara donde el racista y el bufón del Racista 100 % al verlo pasar de largo le grita al racista: ¡Fulano, fulano ahí va otro!, como si estuviesen de cacería. Finalmente nos marchamos con un gran disgusto por el espectáculo contemplado. Hasta aquí los hechos que he querido relatar con todo detalles para no faltar a la verdad.
Y mi reflexión sobre estos hechos, en primer lugar y desde un punto de vista jurídico es que no podemos volver la vista ante la intolerancia que se puede mostrar a través de actitudes y comportamientos, activos o pasivos, que violan y atacan los derechos fundamentales que todos tenemos reconocidos, conducta que tiene su origen en los prejuicios ante las diferencias de las personas, en atención a su etnia, como en este caso. El trato recibido por esos magrebies fue de delincuentes, tal vez su “delito” sea tener otro color de piel, hablar otro idioma, ser inmigrante y pobre y tener a padres, hermanos, hijos en Marruecos que subsisten con los ingresos que ellos puedan mandarles. Racista 100 %, en su ignorancia, no sabe que el inmigrante indocumentado no es un delincuente y que su presencia en territorio nacional constituye técnicamente una infracción de carácter administrativo, no un delito. Pero no es este desconocimiento legal lo que a Racista 100 % le llevó a tratarlos de ese modo, lo hizo porque realmente es un racista, como el mismo se definió, y racismo es cualquier comportamiento de rechazo o agresión, cualquier actitud o manifestación que suponga afirmar o reconocer de forma explícita o implícita, tanto la inferioridad de algunos colectivos étnicos como la superioridad del colectivo propio. Podemos admitir que entre la inmigración haya delincuentes, pero inmigrante indocumentado no es igual a delincuente. Sin embargo, el vigente Código Penal de 1995 y sus posteriores reformas si considera delito las coacciones (Aº 172), o infligir un trato degradante (Aº 173) o las amenazas (Aº 169). También el Aº 510 condena a los que provocaren a la discriminación, al odio por motivos racistas.
En segundo lugar, desde un punto de vista sociológico, pronto hemos olvidado que sólo a partir de mediados de los años 80 España pasó de ser un país de emigrantes a convertirse netamente, y cada vez más, en un país receptor de inmigrantes. Olvidamos que muchos españoles tuvieron que salir fuera de su país a buscarse la vida y muchos guadalcanalenses tuvieron que dejar su pueblo para marcharse a Cataluña, Madrid, Bilbao etc…, y muchos de estos guadalcanalenses saben, no ahora afortunadamente, pero si en los años sesenta como eran tratados en muchos casos, como eran discriminado por el idioma, el habla, por las costumbres, por ser de otras regiones, por ser los paletas, los maquetos, los charnegos, en definitivas, por ser inmigrantes. Personalmente no desearía que los hijos de Racista 100 %, si los tiene, si alguna vez la vida los obliga a salir fuera de su tierra se encontrarán con energúmenos que los vejaran y denigraran por el simple hecho de ser de otro lugar.
Y finalmente, desde la perspectiva religiosa, sólo decir que era vergonzoso ver la medalla con la imagen de la Virgen de Guaditoca en el pecho de Racista 100 %, que seguramente pocas horas antes había estado rezando y dando vivas a su patrona.

Discúlpenme por lo extenso pero creo que era necesario esta reflexión, fundamentalmente porque la convivencia con personas de otras etnias, de otras religiones, de otros países se nos impone cada día más en este mundo globalizado y Guadalcanal no está libre de ello, como de hecho saben ustedes que ya es así, y felicito a todos mis paisanos que saben respetar, acoger y convivir con aquellos que son diferentes. Por tanto, aunque es difícil denunciar legalmente situaciones de discriminación, racismo y xenofobia, porque los propios inmigrantes, por temor, no se prestan a ello y sufren pasivamente las vejaciones de energúmenos racistas, si podemos condenar con la repulsa, el aislamiento y el rechazo social este tipo de conductas.

Y para Racistas 100 % sólo unas palabras: ERES UN POBRE HOMBRE, menos no se puede ser…. Y a los que le acompañaban idem de lo mismo.

Un saludo para todos los guadalcanalenses de buena voluntad. Salud.

Ese tipejo merece que se ponga su nombre y apellidos en este foro.Este será uno de esos sietemachos ibérico de los que tanto nos avergonzamos vecinos y paisanos.Medallita en pecho, otro de tantos.Señor,Señor.