La Coronada - Badajoz

Era una noche de invierno con lluvia y viento, de esas que cuando se sale fuera de casa siempre es por obligado cumplimiento. Tampoco estaba por aquel entonces mi juicio tan maduro para distinguir drásticamente entre la realidad y la ficción ,con el agravante de tener una mente imaginativa para añadir a ese caldo de cultivo .

Muchos coincidirán conmigo en que las luces mortecinas que recordamos en nuestra infancia tratando de iluminar las irregularidades de muchas intransitables calles del pueblo ,era una tarea inútil o como suele decirse , casi como machacar en hierro frío (que es tiempo perdio).
Pues con este escenario ,con solo 10 años me encontré, fuera de casa , con otro monaguillo como acompañante en medio de la iglesia ,esperando que el tiempo hiciese desistir a los pocos que se aventuraban a entrar en ella y cerrarla cuanto antes.

Aun así había algunas personas dentro que teníamos por asiduos y que nos hacían cultivar a duras penas ,nuestra frágil paciencia infantil.
Empezó con un continuo parpadeo en las luces del interior para mas tarde quedarnos completamente a oscuras. Bueno a oscuras total no es totalmente correcto, al fondo la lámpara de aceite que nunca se apagaba seguía brillando.
Nadie salió de allí no obstante ,quizás con la idea y esperanza de que la luz volvería, salvo nosotros que nos dirigimos a casa del cura que se afanaba igualmente en conseguir algo de luz para si .

Ante el problema de iluminación en la iglesia no creyó oportuno echar fuera a los últimos que aun en esas condiciones se hacían fuertes ,sino mas bien dotar al ambiente de algunos cirios de esos que siempre sobran y hay a mano en toda iglesia, en espera de compaginar el cierre con la ausencia total de feligreses.

Si la noche con luz era ya de miedo ,la noche ahora bien cerrada ,oscura y negra como boca de lobo echaba para atrás al mas osado aventurero. Cuando las velas aligeraron levemente de oscuridad del interior, al final nos dimos cuenta de que la última persona que quedaba ,se disponía a marcharse.

Pocos pasos habría dado no obstante ,pero suficientes para que en nosotros se despertase el miedo a la soledad que empezó a dibujarse en escenas espantosas. Sobre el techo vimos desfilar amenazantes seres alados ,que describían círculos a nuestro alrededor haciendo coro con todas aquellas imágenes incluido sanbartolo y su navaja,que se desdoblaban y se multiplicaban en personajes de terror que se movían amenazantes sobre nosotros.

Corrimos hacia la puerta con todo lo que daban de si nuestras ágiles piernas, espoleados ante tanta escena de terror por el pasillo central, sin pensar ni mucho menos en doblar la rodilla como exigía el reglamento, al sagrario. ¡la supervivencia predominaba y la ausencia de protocolo en esta ocasión estaba justificada!.

Llegamos atenazados por el miedo, jadeantes como mastines por las dehesas en el mes de Julio a la puerta nuevamente de la casa del cura (D.Antonio) y entrecortadamente ansiando el aíre, le contamos el espectáculo dantesco del que habíamos sido testigos. El nos miró inexplicablemente sin acompañarnos en poner cara de asombro y nos espetó de sopetón…¡tontitos que estáis tontitos!.

Solo cuando seguimos insistiendo y diciendo que no íbamos a cerrar la iglesia, se decidió a acompañarnos con una linterna en mano. Detrás de él y sin ánimo alguno de protagonismo vimos de nuevo las sombras volar sobre el techo como cóndores en los Andes ;solo que ahora fueron rebajados por el cura como simples murciélagos salidos al caer la noche del techo de la pila bautismal. También el movimiento de las sombras de las imágenes en la pared, fue traducido al compas que siguen las llama de las velas al tiritar.

Al final hubo suerte y volvió la luz; aunque hoy con otra luz muy diferente , mucho mas nítida y elevada en la mano, puedo asegurar con rotundidad que la iglesia siempre ha estado en la mas absoluta oscuridad y así estará hasta que como profetizó Jesús e hizo el general romano Tito con el templo de Jerusalén ,”no quede en ella piedra sobre piedra” ,por confundir y difundir su oscuridad, a tanta gente.

Saludos

Eres un buen narrador, te felicito. Bien podrías dedicarte a los relatos cortos, además de la poesía, claro.

Esto es buen ejemplo de lo que debe ser las intervenciones en el foro.


Saludos.

Gracias SPVO por tus palabras.Creo que todos podíamos poner un poco de nuestras parte para que el foro fuera mas hospitalario con las ideas de todos.

¡La historia que conté fue real!,no sé si habreis tenido oportunidad de estar completamente solos dentro de la iglesia, como me ocurrió a mi muchas veces cuando siendo monaguillo entraba de mañana para tocar las campanas...

El frio que se siente es el mismo que dicen los que estudian los fenómenos paranormales , existe en el ambiente en la zona donde se producen.

En realidad no dejan de ser los mismos quienes los producen,que quienes habitan las iglesias y a los que muchos en su ignorancia dirigen sus oraciones repetitivas.

“Al orar, no diga[n] las mismas cosas REPETIDAS veces, así como la gente de las naciones, porque ellos se imaginan que por su uso de muchas palabras se harán oír” (Mateo 6:7)


Saludos